Donde Jimin vive con su familia en una cabaña lo mas alejado de la cuidad, de la forma mas humilde. Siendo amo de casa y su esposo un leñador. Cuando estalla la guerra entre Japón y Corea, su marido no puede trabajar así que se enlista en el ejércit...
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El camión se detuvo en la madrugada. Estaban en el sur de la capital. Los habían llevado a una escuela donde estaban todos alojados. Incluso había una zona de heridos. Los niños ocultaban sus cabecitas en las mantas para no oír los gritos de un soldado al que le tenían que cortar el brazo.
Pasaron horas en aquella escuela. Taehyung estaba siendo curado y le pusieron un vendaje. La noche era fría y Jimin lloraba de hambre mientras los niños tenían los ojos rojos de tanto llorar.
Taehyung se sentó a su lado y lo abrazo. Mientras los niños se acurrucaban en su olor. Había entrado un hombre bastante mayor con muchas medallas en su pecho vestido de negro azulado. Había llegado hasta su esposo y este había hecho una reverencia.
—Así que esta es tu familia. —dijo el hombre con una amable sonrisa a pesar de que su cuerpo es bastante duro. —Bien, vamos salgamos para llevarlos ala casa del capitán.
Los habían sacado y subido en un auto más pequeño, pero parecía lujoso. Llegaron a una casa colonial que tenía un gran muro y hombres de seguridad en las puertas. Al entrar vieron lo lujoso que era, con largos corredores, ventanas grandes y sofás de tela fina. El capitán era un hombreen sus 30 años bastante elegante, El capitán Min les había dado asilo en su casa.
—Pueden tomar las habitaciones que deseen, pero he reservado una en especial para el bebé. —dijo viendo a Hoseok quien iba dormido en los brazos de Jimin. —Pensé que era más pequeño por la foto, así que día hacer una cuna.
—No tenía por qué molestarse, no queremos ser una carga para usted —había dicho Taehyung.—Por supuesto que no me molesta ayudarte. Además mi casa está vacía todo el tiempo unos cuantos niños corriendo por sus vacías instalaciones no está mal. Además, eres como un hijo para mi Taehyung. —Le había dicho el capitán Min con una amable sonrisa. —Aunque tendrán que dormir con el pequeño Hoseok hasta que busque una cama para su tamaño. Solo tardare un día.
El hombre era bastantes amable, aunque vivía en la soledad de su hogar. Había perdido a su familia cuando solo era un niño y su abuelo lo había inscrito al ejército no tuvo tiempo para amigos o relaciones. Pero al ver la familia de su mano derecha quiso darle la mano.
Durmieron en aquella habitación. El pequeño Hoseok en medio de ellos. Jimin le ayudo a desinfectar la herida antes de dormir besando sus labios deseándole que se recupere pronto.
[ ... ]
El capitán Min se había llevado a su esposo a la estación principal, donde habían tenido una reunión con el gobernador del país, quien planeaba hacer negociaciones con los japoneses para erradicar esa guerra para siempre.
Pero no podían si sabían que al sur del país lo incendiaron mataron a miles de soldados y están abusando de los omegas haciéndolos esclavos.
Había que terminar la guerra pronto. Por suerte los extranjeros querían ayudar a Corea para terminar de una vez con su enemigo mortal, la nación del Sol naciente.
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