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Jungkook despertó de golpe al escuchar el fuerte grito de Jimin. El Omega rebuscaba entre las mantas de la cuna y no encontraba al bebe. Se puso de pie con el pulso latiendo en su cuello y se acerco al Omega. La cuna estaba vacía y la puerta de la habitación estaba abierta.

Llamó a todos los betas, Omegas y Soldados. —Todos estaban reunidos en el gran salón, luego de una tortuosa búsqueda por toda la casa y por fuera en los alrededores. Los soldados estaban en una hilera, Namjoon había estado serio, viendo el rostro lloroso de Jimin, el Omega estaba de pie llorando en el pecho del presidente.

¡¿Quien ha sido el maldito que ha robado a mi hijo?!—grito a todos. La piel se erizo en todos al escuchar su voz alfa.

SeokJin y Namjoon no se volvieron a ver. Las betas. —Que se supone que son las únicas que se quedan en la casa de noche para atender a JungMin, habían sido torturadas y cuando ninguna dio respuesta fueron ejecutadas.

El alfa estaba perdiendo la cordura. Eso hasta que su mano derecha, amigo y consejero Yugyeom ingreso en la sala con un papel en la mano. Por su rostro el Alfa dedujo que no eran buenas noticias.

—Se encontró esta carta en la entrada de la casa. —Dijo el beta. —No se sabe quien fue. simplemente los de seguridad la encontraron en La búsqueda.

El alfa abrió la carta con rapidez para leerla una y otra vez. Entonces el nombre del final le había helado la sangre. Camino hasta el otro lado de la casa, abriendo la gran puerta de una patada, entonces la Omega que estaba en el regazo de su padre salto asustada. —La jovencita salió de La habitación con rapidez y su padre le miro serio.

—Mi hijo ha sido robado, y fue ese maldito que te mande a asesinar. —dijo el alfa lentamente, molesto.

—¿El solado Kim? —había preguntado el Alfa poniéndose una bata. —Ha robado a JungSeok.... cómo pudo robarlo de la cuna justo en tu habitación con tu esposo?

—No respondiste mi pregunta. —le había dicho serio.—No fue a ciencia cierta. Ordene que fuera ataque a traición y todos los muertos fueran quemados de inmediato. El jefe Choi me informo que todos estaban muertos, no se encontró un cuerpo a cientos de kilómetros y que nadie había logrado escapar.

—Pues o regreso de la muerte o tus soldados son una mierda. Van a matar a mi hijo. —Dijo lanzándole la carta. El anciano la leyó una y otra vez.

—Es como lo que le paso a mi abuelo. —dijo el alfa mayor. —Raptaron a su hijo, a mi tío Suhyung.

—Si padre, se como termina la historia. —dijo Jungkook molesto.—Lo haremos, justo ahora, liberaremos a esos hombres de una vez quiero a mi hijo de vuelta.

—¡¿Les darás el placer de doblegarte por sus amenazas?! —le había gritado el anciano.

—Por mi hijo haría lo que sea.—No entiendes como funciona. Liberes o no a los presos, ellos mataran a tú hijo. Ese alfa que le robaste su Omega y vendiste a sus hijos. Busca venganza sé que a él le vale esos presos políticos, el robo a tu hijo por venganza o te lo entrega vivo o te lo mata. y si te lo da vivo sería un milagro.

—Yo... quiero a JungMin de regreso. —había sollozado Jungkook

—Debes jugar su juego. Dices que sus hijos alfas siguen en el servicio militar. —el menor asintió. —Tráelos y amenázalo de que si mata a tu bebé o algo. tu mataras a los suyos, dudo que quiera que otro muera.

Eso sonaba como una buena opción

1945 || Kookmin/VminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora