Pecados -CANCELADO-

3-Después de la 1º vez... viene una segunda ronda

Notas del cap:

Advertencia de derrames nasales extremos, se recomienda tener transfusiones de sangre, pañuelos y algo que evite que la sangre se esparza mucho XD ok, quien sabe, solo diré, que este es un capitulo largo y MUUUYY agradable ¬u¬

¡A leer!

3-Después de la 1º vez... viene una segunda ronda

Sintió las manos tranquilas y muy cuidadosas pasando por los huesos de su pelvis sobre la ropa, sintió que haya por donde pasaban las manos de Nightmare, la zona se calentaba al grado de quemarle, gimió entre la fuerte música que lo dejaba sordo, cerro sus ojos al sentir que Nightmare lo pegaba a su pecho, él se encontraba de espaldas a él, así que sintió como su trasero chocaba con las caderas de su acompañante, sintió un fuerte escalofrío que le hizo mover todo el cuerpo

Miro al frente, las chicas restregaban su trasero delante de sus acompañantes restregándose en celo, Sans se estaba sintiendo en un extraño celo, así que imito sus movimientos, al parecer a Nightmare no le molesto por que lo apego más a él para sentirlo más claramente, un gemido salió de él cuándo volvió a sentir como una mordida suave se posó en su cuello, pasos sus manos por detrás notando su trasero y la entrepierna del otro que comenzaba a mostrarse con ayuda de su propia magia

Sans giro entonces, sintiéndose excitado, las luces de neón centellantes y parpadeantes le hacían ver todo borroso y mareado, solo alcanzaba a ver de cuando en cuando los ojos de Nightmare brillando entre la oscuridad, se abrazó a su cuello mientras seguía moviendo su cuerpo aun en la complicada posición en la que Nightmare lo tenía, después de todo, tomándolo por su trasero le estaba negando irse más lejos, Sans temía que le fuera a pisar, así que su cadera y pecho se restregaba mucho contra el cuerpo del otro

Nightmare se inclinó por la falta de altura de Sans y volvió a morder el cuello del adolescente, apartando discretamente la camisa que portaba y dejando al descubierto uno de sus hombros, comienza a repartir pequeños besos, mordidas y lamidas por la zona, Sans se abraza a su cuello, ahora Nightmare puede alcanzar a escuchar los leves gemidos de Sans, Nightmare abraza el cuerpo de Sans cuando siente que está comenzando a perder la fuerza, entonces, tomándolo de la cadera y viendo que el sonrojo azul se ha acrecentado de un modo más fuerte en su rostro, Nightmare sale con cuidado del tumulto de personas, subiendo a la segunda planta, se acerca al barman y pasando de él, en una zona donde había una única puerta de madera con bordes dorados, al abrir encuentra a un hombre uniformado de guardia, Nightmare muestra una placa con una llave colgando anunciando la puerta número 13, el hombre con gafas asiente y abre la puerta detrás suyo, ahora, Sans quien se encuentra ligeramente mareado observa como Nightmare lo lleva por varios pasillos donde se escuchan toda clase de gemidos obscenos y ahora, aún más lejos la música estridente de la planta baja

-Nightmare... a donde...- trata de preguntar sin lograr nada más que gemidos al sentir el tacto de su acompañante

-iremos a una habitación más privada, no te preocupes, estas en buenas manos, yo te cuido- dijo el ser de negro pasando a una habitación que Sans alcanzo a ver el número 13 en una palca dorada, al entrar, Sans imagino que la elegancia de la habitación parecería completamente a la de un hotel de 5 estrellas, gimió al sentir como la mano de Nightmare pasaba desde su espalda hacia su trasero y como bajaba hasta estar detrás de sus rodillas cargando con su cuerpo ahora de un modo nupcial

Para cuando Sans se dio cuenta del modo en que era cargado ya veía a Nightmare dirigiéndolo hacia algún lugar, las luces, tenues de neón y un aroma agradable que no podía reconocer, sintió cuando fue dejado con el máximo cuidado en una cama muy mullida, mucho más mullida que la suya en su casa, gimió al sentir el tacto en sus huesos, se removió quedando acostado de lado, mirando como Nightmare viéndolo aun de pie comenzaba lentamente a quitarse el saco del traje, jalando hacia abajo la roja corbata que le había visto y luego, muy lentamente abriendo solo dos botones de la camisa blanca que le hacía ver tan endemoniadamente elegante