Strawberry milk (Larry Stylinson)

XXXI

Hay un mar de puntos y comas imaginarios entre los días en los que Harry está y no está bien. Ellos no hablan sobre el resentimiento, llenándolo mientras intenta erradicar el tacto, las palabras, y dios, el sabor.

Hay que entender que el día en el que Louis Tomlinson se enamoró del maravilloso chico que es Harry, su vida ya no era suya. Él piensa que es la cosa más injusta que el universo le ha podido hacer. Su corazón y cuerpo le pertenecen a Harry, y el corazón de Harry también le pertenece a Louis, sin duda, pero su cuerpo- le pertenece a alguien que pensó que estaba bien robar la vida de alguien sin en realidad matarlo.

Le duele a Louis pensar que Harry era este joven chico, tan encantador y dulce como para decir la palabra 'no.' ¿Cómo entiendes la idea de que algunas manos no son gentiles? Cuando las manos son estas poderosas herramientas que pueden crear instrumentos musicales, hacer arte, y limpiar lágrimas, ¿Cómo puedes decir que son horribles? Le duele a Louis pensar que Harry no sabía en ese tiempo, que no todas las manos son buenas, y a veces tocan lugares que no tienen que tocar, ahogando la distancia entre tu respiración y cuerpo en cada mal movimiento de dedos, palmas, nudillos. Aún cuando la palabra pudo salir de su lengua, fue ignorada, porque el alfabeto de algunas personas terminan en la 'm' y comienzan de nuevo en la 'p'.

("Louis, hay tanto. Yo no puedo- es tan-"

Louis frota la espalda de Harry, callándolo suavemente.

"E-Estoy asustado, Lou. Tengo miedo de que si digo algo él volverá. No quiero-"

"Harry," Louis comienza tranquilamente, "No dejaré que te lastime de nuevo. Lo prometo. No se irá, hasta que saques todo de él, ¿está bien?" Louis puede ver a Harry asentir. Le asusta a Louis pensar que lo que Harry está diciendo, y pensando, es racional en su mente, "prometo que no le dejaré lastimarte."

"O-Okey.")

*

Están en una tienda de frutas: Es en el borde de la ciudad donde fianzas de heno llenan los campos, y el aire es más suave que en la ciudad con un agradable aroma de sudor y hierba. Pequeñas y radiantes margaritas cubren los bordes de las casas en el aire de primavera de medio día, y Harry sostiene una pequeña canasta en la curva de su codo. Él escoge diferentes vegetales y frutas, algunos de ellos tan raros que es imposible pronunciarlos correctamente la primera vez. Harry roza sus dedos sobre ellos, decidiendo si son o no lo suficientemente buenos para la receta de un postre que encontró online. Louis se mantiene protectivo a su lado, dedos ocasionalmente tocando los objetos. Una de sus manos descansa en la espalda de Harry, siempre manteniendo algún tipo de contacto físico con su amor.

Harry se detiene en una pequeña canasta de ciruelas excesivamente maduras que de acuerdo con el cartel rojo y pintura blanca, 2.00 por cada una. Harry las observa subjetivamente, labio inferior entre sus dientes, antes de decir en una distante voz, "Cuando él estaba borracho, presionaba sus dedos en mis moretones... tan duro, solo- él solamente se sentaba ahí, riéndose de mi. Y- Y si me trataba de mover... algo peor pasaría. Yo simplemente tenía que quedarme ahí, dejándolo hacerlo."

Y todo lo que Louis puede hacer es esconder su cabeza en el cuello de Harry y suspirar tristemente. Necesita mantenerse fuerte, pero su mente se llena de pensamientos sobre lo mucho que Harry tiene que pensar sobre todo esto, y pasar por ello. Todavía lo hace, en realidad nunca se va, y Louis piensa que eso es lo que más duele.

Después de besarse perezosamente en el sofá: Harry está encima de Louis, su cuerpo acelerado contra el de Louis mientras terminan su caluroso beso; poniéndose más perezosos, dándose pequeños besos, tomando cortos respiros contra la mejilla del otro.

Harry se separa, y descansa su cabeza en el pecho de Louis a pesar de tener que doblar sus piernas para acomodarse en el sofá. Sus mejillas están rosadas, sus labios hinchados y oscuros, y sus ojos brillantes, pero- al mismo tiempo- inaccesibles.