XXXIV

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Son las pequeñas cosas que Louis y Harry hacen para ayudarle a ponerse en recuperación. Están trabajando en ello, de la manera más sutil. Y es difícil, lo es. Porque con lo que Harry pasó, el debería tener un terapeuta. Necesita asesoría real, porque por lo que pasó fue más que una simple relación enfermiza. Fue algo agonizante, traumático- dejó un daño psicológico en Harry que Louis no puede arreglar.

Pero en algún lugar en la mente de Louis hay un pequeña esperanza en él que cree que al hacer feliz a Harry, al darle el amor, la seguridad y la adoración que se merece, puede tener eventualmente una recuperación. Él solo necesita demostrarle a Harry que todo está bien. Él estará bien, está a salvo, y Louis solamente quiere lo mejor para él.

En este momento, Harry y Louis caminan por una de las calles más pobladas de la ciudad, boutique tras boutique, tienda tras tienda, lamiendo de sus conos de helado. El de Harry son dos bolas de vainilla y el de Louis es de cookies-and-cream. Es un lindo sábado libre, y creyeron que estaba bien salir de su departamento e ir a una clase de cita.

Louis se mantiene cerca de Harry a pesar de todo, sabiendo que se pone nervioso en lugares ruidosos. Han parado a ver en varias tiendas, más que todo para refrescarse antes de continuar, pero no han comprado nada excepto los helados. No es hasta que Louis se detiene a botar su cono que mira a Harry ojeando una boutique cruzando la calle. El lugar está pintado de un rosa romántico, y en elegantes letras se puede leer: dentelle et de l'assiette.

Louis sonríe para sí mismo, mordiendo su labio mientras Harry termina su helado. Con su nueva fuente de ingresos, y al no tener que preocuparse en el dinero que ahorra, piensa que es tiempo de mimar un poco a Harry. Él no está seguro por qué le hace tan feliz comprar cosas para Harry, pero piensa que es porque es una manera de demostrarle que lo ama.Harry le da esa mirada cuando cruzan la calle de "Sé-lo-que-estás-haciendo-y-no-lo-vamos-a-hacer", pero Louis abre la puerta de la boutique con una sonrisa, escuchando el chirrido de la campana encima de la esquina de la puerta. Louis sabe que a Harry le gustan las cosas lindas y suaves, le ayudan. Pero también sabe que fue él quién lo introdujo en el tema de los panties, y hay una pequeña línea entre lo que lo hace sentir limpio, y lo que Harry hace simplemente porque quiere. Hay una delgada línea entre las cosas que quiere y que necesita.

Harry gruñe, "Lou, no necesit-"

"Harry," Louis se queja, "Tengo un poco de dinero extra, déjame consentirte."

Harry jadea, rodando sus ojos mientras camina adentro, pretendiendo que sus mejillas no están sonrojadas.

La tienda está pintada con un agradable azul pálido. En una pared hay líneas rojas y moradas, con encajes negros y adornos; hay ligas, corsés, medias y otros objetos bajo la apariencia de "atrevidos". Hay una sección de babydolls, unos subidos de tono, y otros más inocentes. Hay algunos objetos de color pálido, rosados, morados, y amarillos. Panties y más panties, y grandes estantes de lencería, un poco de ropa y maquillaje. La cabeza de Louis da vueltas imaginando a Harry en todo eso.

Él agarra una de las canastas, para la desgracia de Harry, "Vamos, sé que debes querer algo."

Harry rueda sus ojos y se sonroja, "Solo una cosa," le dice a Louis con tono burlón, antes de que Louis lo empuje para buscar por lo que quiere.

Louis mira también, abandonando la regla de Harry de solamente una cosa al encontrar un labial rosa y se pregunta cómo quedaría en los labios de Harry. Luego ve un rimel, y Louis quiere saber cómo brillarían los ojos de Harry. Se encuentra con un adorno para cabello de diamantes, y algunos de flores, y no puede evitar pensar en lo mucho que los rizos de Harry están creciendo, y su cabello está más suave, así que los mete.

Strawberry milk (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora