ִֶָ ، 𖤘 𖠗 𝖼𝗁𝖾𝗋𝗋𝗒 𝖻𝗈𝗆𝖻 ֶָ 🔭

❛ seis ❜

El beso comenzó lento, con ambos tratando de disfrutar ese momento tanto como pudieron. Yuta estaba siendo increíblemente cuidadoso y delicado, como si no quisiera que sicheng se asustara y huyera, acariciando su rostro con una mano y tirando suavemente de su cintura contra su cuerpo con la otra, aumentando el contacto. El joven de cabello azabache se rindió poco a poco, un poco insensible con todo lo que estaba pasando y con los cariñosos toques de Yuta; fue entonces cuando el beso comenzó a intensificarse, con nakamoto profundizando el beso y comenzando a tirar ligeramente del cabello del chino, Yuta vio la oportunidad y luego comenzó a pasar sus manos por todo el cuerpo de Sicheng, apretando su trasero y acariciando su miembro ya más que despierto. 

Tan pronto como escuchó al chico suspirar con la sensación, el japonés sonrió durante el beso y comenzó a besar su cuello, dejando chupones y mordiscos en esa piel blanca como la seda. Yuta suspiró y gimió suavemente, mientras estimulaba el miembro de Sicheng sobre sus pantalones, que comenzaron a ponerse rígidos a pesar del nerviosismo, dong estaba decidido a poner a prueba los límites de yuta al extremo, desafortunadamente tomar riesgos era parte de eso, pero sabía muy bien cómo no confundir las cosas. No se enamoraba de Yuta con unos pocos besos, no era un idiota, sicheng volvió a besar los labios de Yuta y luego intentó algo más atrevido. 

Lentamente, abrió los pantalones del joven y sacó su miembro, comenzando a masturbarlo ligeramente. Nakamoto hizo una mueca de placer ante el repentino contacto como con el frío que sentía, pero seguía sonriendo; sicheng también sonrió cuando escuchó los roncos y excitantes gemidos de yuta, quien echaba la cabeza hacia atrás cada vez que sicheng aumentaba su paso. Sin darse cuenta, el chino ya estaba totalmente involucrado en eso, por lo que se atrevió a hacer otra cosa, que era agacharse lentamente para hacerle un oral; yuta dejó escapar un gemido largo y fuerte cuando sintió la lengua húmeda de Sicheng pasar por su glande mientras agarraba mechones de cabello del joven.

Sicheng nunca había hecho algo como esto en su vida, era completamente loco y extraño, pero algo lo mantenía activo, después de todo parecía que a Yuta le encantaba todo. A ambos no les importaba que alguien los descubriera, solo estaban disfrutando el momento, yuta dejó escapar gemidos cada vez más fuertes y sicheng suspiró suavemente mientras lamía la longitud de su miembro. Cuando regresó por última vez al glande, trató de meterse todo lo que pudo a la boca, pero el miembro de yuta era demasiado grande y grueso para él en cuanto puso lo que pudo, nakamoto empezó a guiar su cabeza con los movimientos sujetándose a su cabello y cuidando que sicheng no acabara ahogándose; el chino chupó su miembro con gusto, formando arrugas en sus mejillas y enrojeciendo sus labios, lo que hizo que Yuta se emocionara aún más a medida que aumentaba el ritmo de los movimientos, ambos escucharon un grito no lejos de donde estaban y sicheng soltó el miembro de yuta de su boca completamente sin aliento y con el rostro rojo.

—¡Es Jungwoo!

—¡Sicheng! ¡Vuelve aqui!— gritó Yuta cuando vio a Sicheng levantarse y correr hacia el chico. —¡No me dejes en este estado! Fue tan jodidamente bueno...

—¡terminaré con eso más tarde! ¡Ahora me tengo que ir!— El chino corrió tan rápido como pudo entre los árboles, que parecían no tener fin.

Una vez mientras tropezaba con una rama en el suelo, pero nada le impidió correr hacia Jungwoo, que ahora estaba más cerca. El final del pequeño bosque conducía a un carro, donde Jungwoo y Yukhei gritaban de felicidad mientras,  Yukhei tomó la mano del pelirrojo y ambos parecían tan felices que sicheng no tuvo el corazón para arruinar ese momento. 

Se sentó detrás de un árbol y escuchó la risa de los chicos mientras descansaba.  En la distancia, vio a Yuta corriendo mientras se arreglaba los pantalones y no pudo evitar reír.

—¡No pude hacerlo! Se están divirtiendo— dijo sicheng, cuando yuta estaba más cerca.

—¡Lo sé! Ayudé a Yukhei a conseguir el peluche— respondió, sentándose junto al chino.

—¿Cómo supo que a Jungwoo le gusta ese tipo de juguetes?

—No lo sabía, solo lo dedujo, está disfrutando mucho con Yukhei.

—No lo dudo mucho. Entonces, ¿cómo está tu polla?

—Todavía duro, esperando tu boca. No debiste dejarme ahí— yuta apretó uno de los muslos de Sicheng, sonriendo. —¿Quieres continuar?

—Aquí no, mi hermano puede ver. Pero, quién sabe tal vez otro día— el joven le guiñó un ojo a Yuta, quien sonrió.