1

44 4 0
                                    

Aquella mañana el olor a canela, cerveza de mantequilla y otoño invadían las fosas nasales de Amelie más de lo normal, pues se encontraban en pociones justamente preparando amortentia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquella mañana el olor a canela, cerveza de mantequilla y otoño invadían las fosas nasales de Amelie más de lo normal, pues se encontraban en pociones justamente preparando amortentia.

—Que maldito olor a canela— murmuro enojada llamando la atención de su compañera; Lila Finch.

—Creo que se quien tiene ese olor— bromeó y se ganó una mala mirada por parte de la rubia.

No paraba de odiarse a sí misma desde que en aquella maldita fiesta se besó con el gemelo pelirrojo. El la ignoro al otro día, mientras que sus sentimientos crecían y crecían.

—Señorita Hutton, quiere decirnos de que se trata la poción que estamos haciendo el día de hoy— Snape la saco de sus pensamientos y asintió mientras se levantaba de su asiento.

—Amortentia es el nombre de la Poción mas poderosa en el amor, el efecto produce una marcada obsesión de la persona, rozando casi una loca obsesión.
La poción tiene distintos aromas para quien la huela estos son similares a lo que la persona más disfruta.
Los que buscan esta poción prestan mucha atención a su brillo y sus espirales, ya que es muy valiosa al ser complicada de realizar existiendo por este motivo millones de falsificaciones con un efecto considerablemente menor.
Los afectados toman un aspecto mas pálido y enfermizo, suelen obsesionarse con locura hablando de la persona que le suministro esta poción como "cegados por un rayo de sol" sin hacer caso a otros y siendo muy peligrosos e inestables.
Se debe suministrar diariamente esta poción, si no se hace la victima recupera su voluntad y suele abandonar a quien lo dejo en trance debido a que consideran este hecho como una "falta de principios".
La pócima se puede suministrar en chocolates, bebidas o perfumes siendo muy fácil de ocultar para que la victima no se de cuenta— Snape la miro impresionado y asintió.

—Parece que alguien estudió, 10 puntos para Gryffindor— la rubia sonrió orgullosa y volvió a sentarse.

—Oye— susurró Hermione Granger a sus espaldas— podemos estudiar juntas hoy.

—Claro.

Ambas volvieron a su lugar y continuaron prestando atención en la clase. Luego de unos minutos todos se levantaron ya que aquella clase había dado por terminada.
Amelie empezó a caminar rumbo al gran comedor que en estas horas se transformaba en un increíble salón de ballet, lugar en el que ella se pasaba la mayor parte del tiempo.

—¡Amelie!— Ron se acercaba agitado a ella— Con Hermione nos preguntábamos qué ibas a hacer estas vacaciones.

—Supongo que iré a lo de mis padres, ¿Por que Weasley? ¿Tienes algo más divertido que ofrecer?— la rubia subió y bajó sus cejas sabiendo a lo qué se debía aquella pregunta.

—E-Eh si, nos pregunt-t-abamos si querías pasarlas con nosotros— Amelie soltó una leve risa al escuchar tartamudear a su amigo.

—Allí estaré, Ronald— esté la fulminó con la mirada y la vio alejarse.

—Te odio, Hutton— grito el pelirrojo.

—Yo se que me adoras, Weasley— le tiro un beso de espaldas y abrió la puerta de los baños.

—Creí que no llegarías más— suspiró aliviada Lila.

—Lo siento, me quede hablando con un amigo en el pasillo.

Empezó a sacar sus medias rosa, su malla negra, su pollera rosa y sus zapatillas, también, rosas. Una vez que terminaron las chicas salieron del baño y básicamente corrieron hacia el gran comedor para evitar algún tipo de comentario sobre lo que llevaban puesto.

—Tarde— habló enojada la profesora; Leonora Stevens.

—Lo siento, nos retrasamos en la clase de pociones— se adelantó la rubia a responder y la maestra asintió— No volverá a pasar.

—Entren en calor y luego únanse a las chicas.

El dúo de amigas se acercó al espejo y empezó a entrar en calor como de costumbre, de fondo comenzó a sonar la clásica música y veían como algunas ya comenzaban a practicar la coreo de fin de año. Y cuando ellas se iban a unir una explosión de algo pegajoso se esparció por todo el comedor dejando aquel suelo tan lustrado sucio y manchando todos los vestuarios.

—¡Weasley's!— al final del pasillo se veían como las dos cabezas pelirrojas corrían riéndose— Hutton, Finch, búsquenlos y tráiganlos— las chicas se miraron unos segundos haciendo que la profesora se irrite— ¡Ahora!

Salieron corriendo sin importar el calzado que llevaban y sacaron sus varitas justo antes de alcanzarlos.

—Ya no hay escapatoria— hablo agitada Amelie viendo que los tenían acorralados.

—¿Por que están vestidas así?— preguntó George mientras las miraba confundido.

—Porque estaban en ballet, tarado— le pegó en la cabeza a su hermano.

¿Desde cuando hay ballet aquí?

—Desde siempre, George.

¿Ya terminaron de hablar?— Lila se cruzó de brazos— Sígannos— la castaña se dio vuelta y ambos gemelos estallaron de risa.

—¿Que es lo gracioso?— ahora Amelie se había cruzado de brazos.

—No soy prefectas, no tienen autoridad sobre nosotros— terminó de reírse Fred.

—¡Oh!, bueno entonces tendremos que pedirle ayuda al profesor Snape. ¿Li? Podrías buscarlo— la castaña asintió y en cuestión de segundos había desaparecido.

Los gemelos soltaron un bufido igual y se rindieron, logrando que la rubia festeje por dentro.

—¿Sabes? Me gusta más tu pelo suelto— susurro en el oído de la chica George.

La piel se le puso de gallina y frenó en seco dejando a los gemelos caminando, solos. Sus mejillas estaban tan ruborizadas que no tenía más opción que tirarse aire con su propia mano, ¿Acaso George Weasley le estaba hablando de nuevo? Eso era algo que no se veía todos los días.

𝐂𝐈𝐍𝐍𝐀𝐌𝐎𝐍; 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora