VII

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   Roger siguió conduciendo, yo no podía dejar de contemplar sus hermosos cabellos que le resbalaban por las cienes y sus ojos verdes. Así estuvimos un tiempo el conduciendo y yo enamorándome más de él hacia como 5 minutos mi estomago gruñia un poco. Hasta que rompió el silencio.

   —¿Tienes hambre? Cariño —preguntó viéndome y sonriendo al mismo tiempo, me parecía la persona más tierna del mundo. Todo esto era como un sueño pues era el segundo día de conocerlo.

   —No, no se preocupe, sólo es un poco de frío solo a mi se me ocurre usar camisa de manga corta en la madrugada.

   Pero la verdad si tenia hambre pero por estúpido pues tire todo el guisado que mi madre había hecho para cenar y me quedé con hambre pero obvio no le iba a decir eso al precioso castaño que tenía a mi lado.

   —Entonces ten —dijo mientras se quitaba su chamarra que llevaba puesta—. No quiero que te enfermes, precioso.

   —Pero, no como cree usted va a sentir frío —dije con un rubor en mis mejillas

   —Yo traigo un suéter y tú no tienes con que cubrirte, además te vas a enfermar y si te enfermas no vas a la escuela y si no vas a la escuela eso significa no ver tu carita preciosa diario.

   Sonreí ante su comentario, quería gritarle que su carita era aun más preciosa pero ahhhh malditos nervios no me dejaban decir ni media palabra ante sus comentarios tan lindos. Me puse la chamarra y el siguió conduciendo, hablamos de varios temas triviales, nos reíamos a carcajadas, realmente era una persona con un sentido del humor buenísimo, coincidimos mucho en la música pues así como a mi le gustaba mucho David Bowie.

   —David Bowie es muy bueno, la canción que más me gusta es Heroes

   —Esa es muy buena, pero somebody to love es mucho muy buena —espeté—. Creo que es mi favorita

   —Si, tienes excelentes gustos —dijo
>>claro, por eso estoy enamorado de usted, profesorsito<< pensé
   Pero creo que leyó mi pensamiento por que me sonrió paso su mano por mi cabello y me dijo:

   —Tú también me gustas y mucho, Sydney —dijo con la voz más tierna que jamás había escuchado
Le iba a responder pero se estacionó

   —¿Aquí bajamos? —pregunte con confusión pues era un lugar de comida rápida donde podías pedir tu orden estando en tu auto

   —No precioso, yo se que tienes hambre así que pide algo para comer, pide algo, lo que quieras

   —Pero, no traigo mi billetera se me ol...

   —Shh, te estoy diciendo que pidas no que si traes dinero —dijo con una linda sonrisa y sacando su billetera de su chaqueta.

   —Gracias en serio —el solo sonrió y me mostró el menú

   —Me puede dar una Hamburguesa con mucha mostaza y un refresco Pepsi.

   —Por su puesto, en un minuto —dijo la señorita de pelirroja cabellera y ojos negros que me estaba atendiendo

   —Me estoy molestando y muchísimo —susurro en mi oído el profesor Waters.

   —Pero ¿Por qué? ¿Qué hice? Por favor no me repruebe —pregunté con nervios

   —No, no es tu culpa Syd, es de esa estúpida zanahoria que te coquetea y te ve más de lo normal ¿Qué se cree esa zorra? ¿Qué puede tenerte? Ese es un privilegio que no cualquiera —dijo con un gesto

   Me gustaba mucho que me celara, se veía tan hermoso cuando estaba celoso que no me pude contener y le di un beso en su mejilla y este me robo uno en los labios.

   —Aquí tiene joven —me dijo la 'zanahoria' como Roger le había dicho, me causó gracia ese apodo

   —Gracias —dije sonriendo amablemente. Pero esta lo mal interpretó que me dijo

   —Pásame tu numero, te llamo y podemos pasarla muy bien, verás yo pongo los condones.

   Me sorprendió aquel atrevimiento de la pelirroja pero Roger le levanto el dedo de en medio diciendo

   —Es mío maldita Puta —le aventó el dinero a la cara y salió a toda velocidad de ahí

   Yo me acurruque en su hombro y tome su antebrazo, sin darme cuanta me que de dormido pues aunque su compañía la disfrutaba más que nada en este mundo realmente me había agotado por limpiar el piso.

   —Despierta Syd —dijo Roger agitandome levemente—. Ya es hora de que vallas a tu casa

   —¿A mi casa? —pregunté bostezando

   —Sí bebé, yo hubiera preferido a mi casa para partirte ese trasero en 2 pero debes dormir

   —¡Profesor! —chillé—. No han pasado ni 24 hrs de la cogidota que me dio en la escuela ¡no voy a poder caminar! —dije con un toque dramático muy característico de mí

   —No me digas profesor

   —¿Entonces como? —pregunté con el ceño fruncido

   Tomo mi barbilla la subió y dio un beso bonito, corto pero bonito

   —Dime Roger, después de esto, no nos veremos solamente como un "Profesor y alumno"

(...)

   Entre a mi casa como pude pues ahora si mis píes estaban pidiéndome que me acostara de una buena vez pero antes de llegar a las escaleras para ir a mi habitación escuche la voz de mi padre

   —¿Al donde fuiste, Syd? —preguntó soñoliento

   —Al baño papá, descansa.

   —Espera Syd, nunca te había visto esa chamarra, más bien esa chamarra no es tuya ¡¿Syd de quien es y por que la traes puesta?!

>>Mierda la chamarra de Roger, no se la regrese, ahora que excusa le diré a mi padre >> pensé.

Dear Teacher [Sydger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora