Capítulo veintisiete

1K 165 132
                                    

(3/4)

Jake sabía que Ni-Ki quería suicidarse y aún así no hizo nada para detenerlo cuando realmente lo hizo. Es más, él lo vio morir y después de media hora llamó a la ambulancia.

Att.Choi BeomGyu.

No recordaba cuándo había llorado por tanto tiempo, ni siquiera si su padre lo había consolado.

Pero ahí se encontraba, acostado mientras lloraba a mares escuchando canciones tristes que solo lo hacían ponerse más triste y con su progenitor acariciando su espalda en forma de apoyo.

-Kai, tienes que decirme qué te hicieron.-Habló el mayor después de que Let Go de bts empezó y Kai sollozó más alto.-No quiero verte así, no tengo una semana aquí y tú ya estás triste.

-No es nada.-Habló tratando de ocultarse en una de sus almohadas.

No era fácil vivir con un adolescente al que le habían roto el corazón, o eso pensaba el señor Huneing porque para estar llorando de esa forma no era simplemente por una mala calificación, Kai tenía muy buen promedio, o por una pelea con BeomGyu, BeomGyu era el que lloraba y Kai el orgulloso.

Tal vez su hijo tenía una relación a escondidas y nadie lo sabía, el novio lo dejó y por inercia el llanto.

Pero qué querían que hiciera, no podía salir a la calle, golpear al chico que lo hizo llorar y llegar satisfecho, porque no conocía a aquel chico.

No podía hacer nada si su hijo seguía callado.

Después de estar tal vez tres minutos más así, SungJae pasaba por la habitación de su hermano por una sudadera cuando escuchó los sollozos.

Frunció el ceño y caminó de inmediato al menor.

-Por qué lloras.-Preguntó parándose frente a él y cruzándose de brazos.

-No quiere decir.

SungJae levantó una de sus cejas y mordió el interior de sus dos mejillas para sentarse a un lado de su hermano.

-Nombre y dirección.-Volvió a decir pero Kai solo negó.

-No es nada.

-Quién te hizo llorar.-Hablaron los dos mayores.

-Es solo que...que...¡váyanse es mi vida privada no tengo por que decirles!.-Se levantó de inmediato y empezó a empujarlos hasta sacarlos de su habitación, se encerró en su habitación y se volvió a tirar al colchón para seguir llorando.

- M a e s t r o -

Dos de la madrugada, Jin aún seguía llorando pero, aunque le seguía doliendo lo de SooBin, no era por la misma razón.9

En frente de él en la pantalla se reproducía la serie Extracurricular en la escena donde el señor Lee muere, no era motivo para llorar pero con su corazón roto todo lo que tenía una gota de tristeza lo hacía llorar.

Dejó de lado el edredón cuando su celular vibró en llamada y casi de inmediato lo tomó para contestar.

SooBinnie 🤭❤️

De sus ojos salieron más lágrimas y antes de contestar borró el rastro de estas, suspiró y deslizó su dedo en la pantalla.

Estuvieron en silencio por un minuto hasta que SooBin se dignó a hablar.

Estaba nervioso, triste más que nada, sabía que lo que había hecho estaba mal pero cuando el corazón estaba de por medio era como si no hubieran reglas.

-Kai...-Habló el moreno tragando pesado después de eso.

-Maestro Choi...

-¿Cómo estás?.

-Cómo lo está usted.

-¿Podrías...tal vez salir ahora?, estoy fuera de la casa de tu vecino. ¿Podemos hablar un momento?.

-Si...

La llamada se cortó después de eso, Kai se puso una sudadera encima de la pijama, sus sandalias y finalmente salió de su habitación.

Todo estaba oscuro, no había ningún ruido así que con el máximo cuidado caminó por la casa, tratando de no tirar o mover algo que lo pudiera delatar con su padre de sueño liviano.

Cuando por fin estuvo afuera se agradeció a sí mismo por hacer un buen trabajo y caminó casi corriendo hacia el auto de su maestro.

SooBin estaba ahí, parado como siempre recargado en el lado del piloto con sus brazos cruzados.

No fue hasta entonces que sus miradas se conectaron y el mayor se enderezó de inmediato caminando hacia el menor. Lo abrazó apretándolo contra su pecho y finalmente Kai no evitó volver a llorar.

Estaban finalmente enamorados, querían estar juntos y quererse cada día más como lo habían estado haciendo.

A veces la gente era muy injusta pero los riesgos que ellos querían tomar eran los incorrectos.

Ahora Kai se arrepentía de decir que no le importaba si de verdad alguien los descubría, porque al final de todo no pudieron seguir juntos.

Después de estar un rato así, llorando prácticamente, se separaron y antes de hablar se vieron por última vez a los ojos y de inmediato se besaron.

El último beso que tendrían.

Arin cambia sus calificaciones, su puesto original sería el doscientos treinta y siete, y no el seis.

Att. Choi BeomGyu.

Todos en el colegio estaban hechos un desastre, BeomGyu estaba confesando todos los secretos de los estudiantes sin importar que tan grave sea el secreto.

Todo gracias a lo que le hicieron a su amigo, se había dicho que hasta que no encontraran al culpable de aquella cartulina él revelaría todo, incluyendo a los maestros.

BeomGyu era como una mente maestra, se podía decir que todos le tenían miedo.

Y sacaba mucha ventaja de eso.

Porque nadie quería ver a su mejor amigo llorando solo porque había un bocotás chismoso, que no tiene nada que hacer y se encargaba de destrozar la vida de los demás.

Bueno... BeomGyu prácticamente era eso, un bocotás que se encargaba de destrozar la vida de los demás. Peero, por lo menos él te daba una oportunidad de que nada de eso sucediera.

Dejando eso de lado, tanto él como TaeHyun se encargarían de buscar al culpable de todo eso. Los chicos de karate ya estaban listos, los gansters, el bat de TaeHyun, redes sociales de BeomGyu.

Sólo faltaba encontrarlo pero para eso se utilizaba la presión social.

Y bueno, vaya que estaba sirviendo porque ése mismo día BeomGyu recibió ochenta mensajes diciéndole que tal vez sabían quien había pegado la cartulina.

#todosqueremosserbeomgyu

Maestro (Sookai) - Adaptación -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora