Laberinto de sufrimiento.

2.

- Soy Andrew- el chico me tendió la mano y yo la tomé. Se notaba entre serio y preocupado. Tal vez, una mala combinación. Me sacaba unos cuántos centímetros de diferencia .Era medio asiático, tenía el cabello alborotado y negro, muy negro. Sus ojos eran un café oscuro, que a simple vista no mostraban emoción alguna.

- June - le estreché la mano. Y al instante ví como un chico casi de mi edad era amarrado con una cuerda, algo así como hacen con los caballos, a un carruaje. Andrew me hizo voltear la cara.

- No veas eso, por tu bien. - rodé los ojos, esas tres palabras ya me estaban cansando. "Por tu bien esto..." "por tu bien aquello..." Estaba harta.

- ¿Qué rayos es esto? - me acerqué al mal intento de carruaje. Algo más moderno, si bien es cierto. No estarían pensando en... - No lo harían ¿O si?

- Mira,ellos siguen órdenes y no puedo decirte de quién. Sólo trata de relajarte.

- ¡¿cómo puedo relajarme si un chico va a cargar con todo mi peso en un mal intento de carruaje cual mula?! - le espeté.

- Entiendo que te moleste, pero no podemos hacer nada. Es el protocolo.

- Ese pobre chico va a terminar muerto porque precisamente no podemos hacer nada. El estúpido protocolo me - Lo dejé con la palabra en la boca y fui hasta donde estaba el chico con el profesor de Educación Física. Me siguió. - Él no va a cargarme en esa cosa. - le dije seca.

- ¿qué? - levantó una ceja.

- Lo que oyó, caminaremos si quiere. Pero él no va a hacer esto. - el profesor se reía escandalosamente

- Como digas, niña. Igual se enojarán por esto. - susurró eso último. Soltaron al chico, el cual me dirigió una mirada de "Gracias". Le sonreí a medias.

- Bien hecho eh - me decía Andrew mientras caminábamos en medio de la gente. - pero Pitt está en lo cierto, se molestarán cuando se enteren.

- ¿quién se molestaría cuando hize algo justo? - hablé un poco molesta. no respondió. - Hay algo raro en todo esto, maldición. Y nadie me quiere decir qué es.

- Es por...

- Por tu bien, blah blah blah - lo interrumpí. - Paren con eso de una vez.

Llegamos como a un edificio grande en el centro. Tenía pinta de laboratorio. Entramos casi todos. La gente que no pertenecía al dichoso "intercambio de familias" se quedó afuera.

Era aún más inmenso por dentro, casi todo era de vidrio. Experimentaban con muchas cosas. Luego reaccioné .

-¿qué hacemos aquí? Se supone que me iría con mi nueva familia y ya. - miré hacia todos lados.

- Es un pequeño atajo, pero digamos que es parte del proceso - dijo Andrew. Me llevó por las escaleras eléctricas y al bajar había aún más gente con batas blancas y uniformes azules y rojos con la insignia del laboratorio. Me tomó de la mano e hizo que lo siguiera. - ¿tienes hambre? - Me dijo al entrar en lo que era la cafetería del laboratorio.

- Un poco . - Nos acercamos a las vitrinas donde habían pasteles, galletas y unos panes. Habían dos guardias en la puerta. Andrew metió la mano en la vitrina y sacó dos pasteles pequeños que estaban en una bolsa. Me los tendió.

- Guárdalos - los metí en mi mochila. - corre.

- ¿qué?- lo miré extrañada

- corre, no sueltes mi mano para nada.

- ¡HAN ROBADO! - gritó la chica al salir del interior de la cafetería.

Los guardias nos seguían, mientras la gente se amontonaba más y más.

En un momento llegamos hasta una esquina medio vacía donde no se veían a los gorilas que nos perseguían. Nos quedamos ahí .

- Escucha, si por alguna razón nos separamos, o me pasa algo después de esto, busca a Ernest. Él te ayudará. - me entregó un papel con el nombre, teléfono y dirección. - ten esto también. Nadie más que yo y ciertas personas confiables tenemos ese número.

- ¿qué? ¿Pero qué pasará contigo? - guardé el celular en mi bolsillo.

- Voy a estar bien. Sólo debes buscarlo cuando un número desconocido te llame y te diga la primera letra de mi nombre.

- ¿Es una clave?

- Más o menos; funciona como advertencia. Si te dicen el apellido, es ahí donde debes preocuparte. - Asentí.

- No quiero irme a vivir con esa familia. ¡Ni siquiera sé qué hago en este laboratorio!

- Estás aquí porque se encargan de hacer que sea una familia "de sangre". - me detuve de golpe.