Sueños de esperanza. (Draco y Hermione)

Un antes...un después...II

Era perfecto, ¡su mismo padre le había dado la manera de evitar verle en navidades! No se demoró en cuanto dio con la manera de evitarlo se puso manos a la obra escribiendo una carta a su padre:

“Padre,

Lamento muchísimo decirle esto por carta, en estos días he estado buscando la manera de atender lo más rápido posible al mandado que se me ha pedido, el hecho es que por más que intento solucionarlo no encuentro la manera.

Por esa razón este año me veo forzado a quedarme en el colegio estas Navidades, me apena no poder disfrutarlas con usted y madre, me veo en obligación de aprovechar el hecho de que no habrá muchos alumnos para intentar conseguir mi propósito.

Siento mucho no poder estar allí con ustedes pero debo cumplir lo antes posible mi propósito.

Atentamente:

Draco Marlfoy”

Ya estaba hecho, ahora solo a esperar a que su padre le contestara para saber si había funcionado. Cogió su varita y  antes de atar la carta a la pata de su lechuza hechizo el pergamino para que nadie más que su padre pudiera leerlo. Abrió la ventana y dejo salir la lechuza.

Después de mucho tiempo sintiéndose mal sin ganas de nada encontró renovadas energías. No solo utilizaría el tiempo para atender el mandato como le indico a su padre tenía también en su mente un plan con el cual intentaría darle una descanso a su alma torturada. A pesar de que no quería hacerse ilusiones empezaba a ver un poco de luz al fondo del túnel en el que estaba atrapado.

A pesar de que ya era diciembre el sol resplandecía y la temperatura era agradable, cuatro chicos se dirigían a pasar la mañana a orillas del lago para aprovechar la buena temperatura. Hermione ni se olía lo que le estaban preparando sus mejores amigos, estaba contenta porque le apetecía de verdad pasar el día con sus amigos, intentar recuperar la amistad que había entre ellos al principio.

- Creo que aquí estaremos bien.- Ginny cargaba con una cesta con comida y bebida para pasar el día allí.- Esto pesa mucho, Hermy, ¿me ayudas a sacar la manta y tenderla en el suelo para sentarnos?

- ¡Claro! Que gran idea has tenido Ginny, de verdad me apetece muchísimo pasar un sábado entero con vosotros.- Por primera vez en mucho tiempo Ginny pudo ver una sonrisa en el rostro de su amiga, no era como las de antes pero si un atisbo de la vieja Hermione.- Venga sentémonos.

- Sí, no tengo ganas de andar más, estoy cansado.- Ron se dejó caer al lado de su hermana que ya estaba acomodada en la manta, silenciosamente y creyendo que su hermana no lo veía metió la mano en la cesta.- ¡Ay! Solo quería un sándwich, estoy muerto de hambre.

. Acabamos de desayunar.- Por si el golpe en la mano no era suficiente Ginny remató con una colleja.- Nada hasta la hora de comer.

- Vamos Ron aguanta un poco.- Harry miraba divertido la cómica pareja de hermanos per cambio su semblante al recordar porque estaba allí.- Antes de comer tenemos que solucionar algo… Hermy… no sé cómo decirte esto pero…

- ¿Necesitas ayuda con algún trabajo? Sabes que no me importa…

- No es eso…- El semblante de Ron también se puso serio de repente y la cara de Ginny tampoco era muy alegre.- Estamos preocupados por ti.

- ¿Cómo? Pero si yo estoy perfectamente.- “No, no por favor” había llegado el día que tanto temía, no quería mentir a sus amigos.- De verdad, estoy muy bien.

- No nos puedes mentir Hermy te conocemos.- Una lagrima resbalo por la mejilla de la pelirroja, no podía seguir escondiendo la preocupación.- No estás bien, venga Hermione tus notas han bajado muchísimo, tus conversaciones con migo no son ni un asomo como las de antes, eres una Hermione taciturna y melancólica, ¿Dónde está la Hermione que nos reñía por no hacer los deberes o por no levantarnos a la hora? ¿Dónde está nuestra amiga? ¿Qué le han hecho para que se vaya lejos de nosotros?