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"Te hice cosas que solo los amantes harían en la oscuridad
Te hice un Dios"- Still don't my name- Labrith
Arabella veía a su madre con un hermoso vestido crema que hacia resaltar mucho más su cabello castaño y ojos azules. Ella estaba sentada en el tocador mientras la estilista que pago su nuevo papi- como le gustaba decirle para molestarlo- había pagado. Llevaba varias horas sentada tanto que comenzaba a inquietarse quizás debido a su hiperactividad. Aun así, no podía estar más feliz
Siempre había sido ella y su mamá, cuando era pequeña varios creían que Alexis era su niñera o su hermana mayor porque solo se llevaba por dieciocho años.
Pero a pesar de su juventud su madre siempre estaba con ella, en cada acto del colegio, en los cumpleaños, en fiestas. Incluso cuando fue rechazada por su propia familia luego de su divorcio.
- ¿Qué pasa cariño? - dice Alexis viéndola – apuesto que odias Seattle no ha dejado de llover desde que llegamos.
- Te vez realmente hermosa mamá
- Cielo- susurra Alexis con lagrimas en sus ojos
- Sabes que te amo ¿verdad?
Alexis no puede evitar que una lagrima se deslice por su rostro, Arabella siempre era muy reservada, callada tanto que podía pasar desapercibida en una habitación, hasta que llego a su adolescencia. Aun así, siempre seria su bebita.
- Tendré que decirles a los de limpieza que tengan un trapero para limpiar el suelo para que no te caigas con la baba de papi Joe
- ¡Arabella!
- Lo siento no pude evitarlo- ríe ella poniéndose de pie una vez lista- ¿Estas lista?
- Lo estoy- sonrie
Ambas bajan las escaleras mientras la planeadora de la boda habla por un audífono, Arabella solo obedecía a su madre, así que cuando le pidió ser la dama de las flores ella acepto. Se coloca mejor la corona de flores y toma el canasto que le entrego su mamá.
- Me veré ridícula- sonrie- tengo dieciocho ¿Lo sabes?
- Lo sé- ríe- pero siempre fuiste mi bebita, vamos entrando
Arabella toma un largo respiro antes de comenzar a caminar con su vestido rosa pálido, varios amigos de su mamá giran a verla al igual que socios de Joe. El quien a verla sonrie besando su frente cuando llega a su lado y se coloca junto a ellos.
Alexis entra sonriendo con la marcha nupcial, Arabella al ver los ojos de Joe sabe que el verdadero amor existe, quizás solo para un grupo muy pequeño de gente.
