Words /z.m/

Capítulo 5

“¿Y cómo está todo allá?” Le pregunto a mi hermana.

“Excelente, Inglaterra es increíble, que mamá se trague sus palabras porque el verano aquí es increíble”

“Me alegro tanto, Clarisse pero te extraño” Le confieso.

“¡Y yo a ti! ¿Zayn está cubriéndome bien?” Me pregunta, hace una mueca que no descifro por la mala calidad del video.

“Bueno, él está bien. Es demasiado callado y no sé si podré continuar viviendo con un par de palabras al día”

“Ya se le pasará, como Doniya dijo, solo tiene que entrar en confianza” Dice “Recuerda que todo es muy nuevo para él, él jamás salió del país. Súmale al hecho de que hace unos meses él…”

Unos golpes en mi puerta interrumpen a Clarissa.

“Espera” Le digo.

Abro la puerta para encontrarme a Zayn, son casi las doce de la noche, juré que estaría dormido.

“Clarisse ¿Qué tal si te llamo luego?” Le digo a mi hermana que asiente y me guiña el ojo. Estamos muy lejos de ser lo que ella piensa. Demasiado.

Bajo la tapa de mi laptop y vuelvo a dirigirme a él.

“Hey, Zayn ¿Sucede algo?”

“Es… El gato” Dice señalando su habitación.

Oh, Arnoldo ¿Qué has hecho?

Zayn deja que pase y va detrás de mí, cuando entro a su habitación me encuentro con Arnoldo sobre la cama sin aparente intención de moverse de ahí. Maúlla mirando en dirección a Zayn.

“Creo que le gustas a Arnoldo” Digo riendo “Mucho”

Zayn junta sus cejas y hace una mueca de asco.

“¿Podrías sacarle la banderita blanca? Él parece quererte” Le pido.

Pero Zayn no gesticula ninguna respuesta, él solo se para allí, sus manos detrás de su espalda y su mirada fija en mi gato.

Pongo los ojos en blanco yendo hacia Arnoldo, me subo a la cama y pongo a mi pequeño gato en mi regazo.

“Ven” Le indico a Zayn con el dedo.

Él titubea antes de caminar hacia nosotros, se sienta a orillas de la cama y nos mira desde allí.

“Zaaayn…” Me quejo.

Zayn gruñe pero acaba por subirse a la cama también y sentarse a mi lado.

Tomo su mano, lo toma por sorpresa pero no la quita. Mi mano va directa a la cabeza de Arnoldo, justo entre sus dos orejitas.

“Le gusta que lo acaricien” Le digo posando la mano de Zayn allí. “Solo inténtalo. Él no muerde ni araña y está más que limpio. Tiene todas sus vacunas al día.” Le explico para ver si eso calma un poco su miedo.

Los dedos de Zayn increíblemente se extienden por su cabeza, es muy gracioso como Arnoldo cierra los ojos y comienza a disfrutarlo. Zayn me mira asombrado y sonriente cuando Arnoldo comienza a ronronear.

“Le gusta” Le digo “Le gustas” Me corrijo.

Zayn asiente.

“Mira esto, es genial” Digo recostándome sobre la cama “Recuéstate conmigo”

Zayn abre los ojos.

“¡No de esa forma!” Me rio.

Entonces él me hace caso y se recuesta, por supuesto que cuidando la distancia entre nosotros.

Coloco a Arnoldo sobre su estómago, Zayn vuelve a alertarse.

“No te hará daño” Insisto.

Y entonces mi pequeño Arnoldo comienza a amasar el estómago de Zayn de la forma que lo hace conmigo.

Zayn me mira extrañado, pero sonriendo y de pronto, comienza a reír. Escucharlo reír es tan real, me hace sentir bien. Porque si algo he aprendido de Zayn en estas 24 horas, es que él no finge ningún sentimiento. Eso me agrada.

Continuamos riendo de la forma en la que Arnoldo salta en su estómago debido a su risa hasta que me encuentro a mi madre en el marco de la puerta. Su ceño fruncido y sus brazos cruzados.

“¿Qué haces molestando a Zayn a esta hora, Kayla?”

Rápidamente me incorporo de su cama, ya no hay risas. Los ojos de Zayn se pasean de una a la otra y se quedan finalmente sobre mí.

“Yo solo… Vine a llevarme a Arnoldo, lo estaba molestando” Le explico. Quito a mi gato del regazo de Zayn para meterlo entre mis brazos.

Mamá encara una ceja.

“No parecía ser el gato el que molestaba”

“Yo no…” Comienzo, pero mi madre me detiene poniéndome una mano en alto.

“Además” Continúa “No necesitas tenderte sobre una cama para ello. Por favor vete a dormir, a la habitación que te corresponde.” Y sin decir más se da media vuelta y desaparece por el pasillo.

Dejo escapar un montón de aire cuando lo hace.

“Siento eso” Suspiro poniendo los ojos en blanco “Será mejor que me vaya”

Zayn me da una media sonrisa pero no dice nada.

Me dirijo a la puerta cuando él habla.

“¿Kayla?”

Me doy vuelta para enfrentarlo.

“Buenas noches”

“Buenas noches” Le respondo con una sonrisa en mi rostro.

Son las once de la madrugada cuando me despierto. No entiendo cómo es que he dormido tanto. Arnoldo no está en mi habitación y al salir, echo un vistazo a la habitación de Zayn. La puerta está abierta y la cama tendida.

¿Hace cuánto estará despierto?

Cuando llego a la cocina, Zayn me está mirando desde su lugar en la mesa, una sonrisa burlona transforma su rostro en uno amigable. Sus ojos me escanean y ¡Demonios! Olvidé que estoy en mi pijama de ositos.

“Ummmm” Comienzo dándome vuelta hacia los estantes de la cocina para que no vea el color de mis mejillas “¿Ya desayunaste?”

Para las doce del mediodía logro que Zayn se ponga un bañador, protector solar y lo arrastro conmigo hacia la playa. Sé que no le fascina la idea pero ¡Vamos, Zayn, estás en California!