CAPITULO II

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David entró en la habitación, era un hombre de estatura media, de piel morena claro, un poco delgado, de unos treinta años aproximadamente, Ashley que se encontraba sentada en el sofá se da media vuelta para decirle a su esposo que quería hablar sobre como le iban a poner a el bebé.

—No sé, cariño —le dijo mientras se sentaba a su lado —Es que tengo dos nombres y no me convence —dijo Ashley haciendo una mueca.

—¿Y cuáles son? —pregunto interesado —son Alexander y Christian, ¿cuál te gusta más? — dijo impaciente.

—Me gusta más Alexander —sonríe — ¡Entonces se llamará David Alexander! —dijo Ashley aplaudiendo y sonriendo feliz a la vez, David le dio un beso en la mejilla —Díaz Emerson —respondió él y ella seguía sonriendo.

Al anochecer abrazo a su esposo y se quedo pensando en lo feliz que era y cuanto había cambiado su vida. Mientras poco a poco iba perdiendo la noción del tiempo, cuando menos acordó ya se encontraba en aquel día cuando se enteró del embarazo.

—Ashley, ¿que pasa? —le preguntó su tía al encontrarla llorando, ella solo la miró y le dio el papel con los resultados de su prueba de sangre, la tía la abrazó —todo estará bien cariño —. Esa noche, Ashley se quedó a dormir en la habitación de Carmen —mañana será otro día, cariño —dijo Carmen y se acostó a dormir también

—corazón, ¿estás bien? Te quedaste como ida —Dijo David —Estoy bien, vamos a dormir —respondió Ashley acurrucándose en el pecho de David. No fue una buena noche, pues despertaba seguido con pesadillas y todas se remontaban a aquel trágico día de su graduación.

Al día siguiente, David se fue muy temprano al hospital, ya que uno de sus pacientes se había puesto grave, cuando Ashley se levantó, él ya iba de salida, así que solo se quedó parada junto a la ventana observado como se alejaba.

Se sintió sola de inmediato, y quería llamar a su tía, pero ella estaba trabajando. o a alguno de sus hermanos, pero estaban en la escuela. era demasiado temprano y recordó todas sus pesadillas, tenía miedo de volver a pasar por lo mismo; estaba llevando una buena vida desde que conoció a David, en una de sus revisiones sobre su embarazo, pues no quería que con los golpes que le había dado su expareja le fuera a pasar algo al bebé, luego de varias ocasiones que la envío al hospital.

Dos meses después de entrar en la universidad Ashley conoció a Max el chico guapo, el italiano de uno ochenta que estaba de intercambio por un semestre, el que todas querían para ellas, pero él solo quería pasar un buen rato hasta que el destino los unió en la fiesta de quince años de la hermana de un amigo de él.

Ese día, las amigas de Ashley se habían quedado con sus respectivas parejas, ella estaba dispuesta a irse sola, pero él insistió en llevarla, casi no lo conocía y con lo que le había pasado dos meses atrás tenía miedo que volviera a pasar; se subió nerviosa al auto de Max, se puso el cinturón y no abrió la boca en todo el camino.

—Estás muy callada — dijo Max para romper el hielo —¿todo está bien? — continúo hablando sin obtener respuesta alguna, después de media hora conduciendo en un ambiente tenso, llegaron hasta casa de Carmen donde seguían viviendo.

Después de ese día Max no desistió estaba acostumbrado a obtener lo que quería y esa no iba a hacer la excepción, todos los días la esperaba al salir de clases, la acompañaba a casa aunque ella dijera que no, le llevaba chocolates, le escribía correos, hasta que un día Ashley decidió darle una oportunidad para una cita real, cómo no iba a hacerlo, si era un chico muy detallista, sus mensajes eran tiernos, era el chico ideal para cualquier mujer.

Todo iba perfecto habían logrado tener una linda relación por dos meses, hasta que un día Max la vio de la mano de un hombre, era alto, delgado muy bien parecido, sintió que la sangre le hervía por dentro, se segó de irá, caminó hacia ellos envuelto en furia, le dio un jalón del cabello a Ashley para separarla del hombre, agarró a golpes a aquel hombre hasta que lo dejó inconsciente, oía que Ashley decía algo, pero estaba tan molesto que no comprendía nada, volteó, la vio y se abalanzó hacía ella , la tomó del cabello, la arrojó al suelo y la comenzó a patear, después de un rato ya cansado se fue dejándolos ahí tirados.

Una semana después cuando se enteró que el hombre con el que iba era su hermano Liam fue a buscarla, le llevó flores y le pidió perdón, dijo que se dejó llevar por la ira, que el no era así, Ashley sé conmovió tanto con sus lágrimas que le perdonó lo que había pasado — está bien Max, yo te amo y entiendo que estabas confundido — dijo Ashley —solo debo poner una condición, Liam no debe enterarse — Ashley lo abrazó y besó la mejilla.

No pasó mucho tiempo después de haber salido del hospital cuando volvió a golpearla, por otra confusión dijo él; discretamente fue a revisarse al hospital, diciendo que se había caído de unas escaleras logró que el director del hospital no hiciera una investigación del caso.

—tú tienes la culpa de que te pegue, ya te he dicho que no hagas cosas que me hagan enojar, Eres una tonta — dijo Max acercándose, le puso unos trapos con hielo para que se le bajará lo inflamado antes de que regresara a casa con sus hermanos y Carmen.

Era tanto lo que la había golpeado los últimos dos meses de relación que tuvieron, que se convenció así misma que ella era la culpable de lo que le pasaba, se decía una y otra vez que él era bueno, que si fuera malo la dejaría morir después de golpearla, sin embargo la cuidaba hasta que mejorara, eso solo demostraba que la quería y se preocupaba por ella, además, solo él la había aceptado con un embarazo, quién más podría hacerlo, ningún hombre iba a querer a una mujer violada, que ya no valía, al menos así pensaba hasta que conoció al doctor Díaz.

En ese tiempo El doctor David Díaz, acababa de ser nombrado director del hospital y se acababa de mudar a la ciudad de México, al no conocer casi a nadie ahí fue fácil hacerse amigo de Ashley, pues no tenía con quién platicar casi.

 Una mujer nunca olvida los golpes y menos cuando son en su embarazo, los golpes los siente la mujer y el bebé, pero la mujer sufre más cuando se preocupa por que nada le pase a su hijo ¿por qué debe la mujer soportar el machismo o los insultos? ¿por qué debe soportar que la hagan sentirse inferior al hombre? ¿acaso no es la mujer la que hace la vida del hombre más fácil? ¿No es ella la enfermera, maestra, chef, electricista, taxista, lavandera, recepcionista, etc. ¿Del hogar? no importa que tan cansada esté, ella siempre tiene tiempo para los hijos, no importa si está enferma, su prioridad es curar a los hijos y al marido, la mujer es más que solo una mujer, es el súper héroe de la sociedad, que no quieren reconocer.

ASHLY (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora