CAPITULO III

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El 21 de agosto era un día nublado, lluvioso y frío, cualquiera diría que el cielo también lloraba la pérdida, el corazón de Ashley estaba destrozado, los ojos rojos y las mejillas húmedas de tanto llorar, sentía un ardor en todo el cuerpo como si algo volviera a romperse, pues se encontraba en el funeral de su esposo a sólo 5 meses de el nacimiento de su hijo. El doctor Díaz tenía una enfermedad en el corazón que había tardado mucho tiempo es ser detectada y para entonces ya era tarde, según los especialistas que lo atendieron le habían envenenado y eso había causado la muerte. Ashley y el pequeño Alex habían quedado como dueños de lo que David había construido, bien sabían todos lo felices que habían sido juntos, el Doctor amaba al niño como si fuera suyo pues desde que se habían conocido era quien estaba ahí con ella, pendiente de cualquier cosa.

El doctor Díaz ya había estado casado anteriormente y la mujer con la que estuvo lo abandonó cuando se enteró que él no podía tener hijos, pues ella estaba embarazada de alguien más y sabía que sería un error decir que era de él, pues toda la familia de él sabía que era estéril.

Con el tiempo conoció a otra mujer con la que duró un par de años, era una mujer que en un tiempo tuvo dinero y estaba acostumbrada a gastar y viajar mucho, estuvo a punto de casarse con ella, estuvieron comprometidos hasta el día que conoció a Ashley en el hospital en una de las veces que llegó golpeada.

Algunos creen que el amor a distancia no funciona y otros que el amor a primera vista no existe, pero, ¿Qué es realmente el amor? Todo depende de quién lo describa; cada uno experimenta emociones diferentes en su cuerpo, tal fue el caso de David, aquel día que miro a Ashley indefensa, sola, con un ser en su vientre, no sintió lastima como muchos creerían, no, el sintió como por cada parte de su cuerpo corría su sangre, escucho por primera vez como latía su corazón; sintió ganas de ser un Dios es ese momento, tener poderes para regresar el tiempo y evitar que le pasará eso, sintió tantas cosas a la vez, que se sintió más que vivo y completo por primera vez en toda su vida.

En el funeral de David se escuchaban muchos murmullos, la gente especulaba, incluyendo la familia el Dr. Díaz, se preguntaban como es que jamás se habían dado cuenta de su enfermedad si era un medico, después de estudios y estudios sin ningún resultado positivo sabían que se trataba de un veneno que no causaba síntomas sino hasta pocos días antes de la muerte, no sabían con claridad cuál era, debido a esto si le daban alguna cura equivocada podrían causar más problemas en su cuerpo.

Durante toda la noche Ashley se pasó pegada al ataúd sin querer despedirse del único hombre que la había amado y protegido de todo el mal que la rodeaba; los colegas de David se fueron después de media noche, para las cuatro de la mañana ya solo quedaban los hermanos de Ashley y uno que otro familiar del doctor.

Es muy difícil que en la madrugada haya gente en los sepelios, algunos solo van por morbo, otros solo para cumplir y muy pocos realmente por que le importaba el fallecido, casi siempre al final del día los únicos que quedan son los hijos o los padres.

Después del sepelio la familia de el Doctor acusó a Ashley de haberlo envenenado pues aseguraban que quería quedarse con el dinero, hablaron con los mejores abogados de la familia para que les aconsejara, su misión era dejarla tras las rejas y no pensaban fallar en eso.

Un par de semanas después del fallecimiento del Doctor Díaz Ashley ya estaba en graves problemas legales, busco asesoría con sus maestros de la universidad, pero el poder de la familia era más grande y lograron que fuera arrestada hasta que se aclarara la situación, según el abogado de la familia Díaz decía que era para prevenir que se escapara dejando la ciudad.

Si los fantasmas existen como algunos afirman ¿Qué estaría sintiendo David al ver a su amada en tan mal estado? Ashley se encontraba molesta, molesta por que él había roto su promesa de nunca dejarla, se sentía más sola que nunca, lloraba en silencio todas las noches culpándolo por haberse ido y deseando que estuviera ahí con ella; muy pocas veces encontramos a alguien que realmente amamos, vagamos por el mundo durante muchos años probando labios distintos cada día, a veces sentimos atracción por aquella persona creyendo que por fin hemos encontrado el amor, pero solo una vez en la vida encontramos el verdadero amor, cuando encuentras a esa persona te aferras a ella, olvidas todo, pasado, futuro y vives realmente tu presente, se llega a amar a tal grado que olvidamos algo esencial en la vida, lo básico, la primera regla de la existencia, nada es para siempre y cuando olvidamos no imaginamos que el dolor va a ser doble, tal es el caso de Ashley.

Era tan feliz en su momento que olvidó que un día terminaría, quizá si lo hubiera sabido, si hubiera sabido que esa noche sería la última que estaría con él, el beso hubiera sido más largo, el abrazo hubiera sido más fuerte y el te amo, ese quizá toda la noche se lo hubiera repetido; pero no lo sabía y lo único que le queda es aferrarse a su recuerdo, aceptar que se fue y luchar por salir del hoyo donde la habían metido.

ASHLY (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora