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Seojoon y sus amigos dejaron a Jimin en el frio baño, su dignidad totalmente aplastada junto a su amor propio, despues de que salieran a los poco segundos se paro de su lugar y dirigio al lavabo, limpio la corrida de Seojoon, sus labios, mejillas y cuello, su reflejo era algo que no le gustaria volver a ver, era una lastima que esas imagenes no saldrian de su cabeza en mucho tiempo, quiza nunca.

Su cuerpo estaba debil, no podia ni mantenerse en pie por lo que cayo de rodillas, no aguanto mas y volvio a romper en un llanto furioso pero silencioso, queria gritar, se sentia asco y pena.

Paso varias horas donde entraban chicos y lo veian como bicho raro, algunos se reian y otros sentian lastima, esa mañana Jimin sentia que si moria nadie le extaañaria mas que sus padres, pero si moria dejaria de ser una carga para ellos, dejarian de trabajar de mas por lo que estaba por tomar una decision.

El timbre de primer descanso aviso a los estudiantes podian salir a descansar y hablar con sus amigos, comer, relajarse, todo menos lo que el haria ahora.

Se paro de su lugar, sus piernas hormiguearon al estar mucho tiempo en la misma posicion, hecho agua a su cara y salio del baño, mas miradas paraban en el, no le daban mas que igual en ese momento. Entro a su salon, guardo sus cosas y se dirigio a direccion para pedir permiso para retirarse ecusando que no se sentia bien, su superior al ver su mal estado le dejo retirarse, preguntaron porque su rostro estaba asi y el solo pidio que no se preocuparan, no era nada grave.

Con su permiso salio de la escuela para caminar a casa.

Metio la llave en la cerradura, lanzo su mochila al suelo, se dirio a su sofa y comenzo a pensar en todo y a la vez en nada.

Estaba frustrado, si tuviera amigos, ¿todo seria mejor?.

Esa pregunta siempre rondo por su cabeza desde pequeño, cuando por primera vez recibio un pequeño bullying.

Doce años atras..

Un pequeño niño rechonchito se encontraba jugando en un arenero del parque, jugaba solito mientras esperaba a sus padres los cuales fueron a comprarle un helado de vainilla.

Sus deditos metian con sus puños arena a su cubeta, otro chico se acerco y le lanzo arena a los ojos, Jimin comenzo a llorar por el ardor.

—lo ñeños feo y godos como tu no peden juga e mi aena.- le grito de mala manera el otro bebé intensificando el llanto de Jimin.

—P-eo io qu-eo juga.- el bebé del cual no sabia nombre lo empujo ensuciando su ropita nueva, la cual sus papis compraron para el. Estaba por llorar mas fuerte en busca de sus papis cuando un bebito desconocido se acerco al otro y lo empujo haciendo que callera.