Behind you. (Anne-Gilbert)

Capítulo 10 (1ª parte)

Estado: Emocionado o decepcionado.

Llevo esperando en frente de casa de Anne unas dos horas, y como ella no sale, creo que es hora de entrar en acción.

Miré las gafas al lado de reproductor de música de mi coche; tenía la idea de ponérmelas al estilo Danny Zuko en Grease, pero es que ya es de noche así que supongo que ya no va mucho con mi estilo.

Salí apresurado y corrí a la puerta, sin esperarme menos que tocar el timbre. Es pues de unos desgarradores segundos, alguien abrió la puerta, suponiendo que fue Anne, fue tanto orgullo para mi que hasta la abracé.

Pero me di cuenta de un error, y es que Anne no es alta, ni tiene mucha masa muscular, ni huele a excremento de vaca.

Miré hacia arriba y el color rojizo vino a mis mejillas.

Era Matthew.

Lo solté rápidamente y me rasque la nuca,—Amm hola Matthew, que gusto verte... yo...—Al punto, Gilbert.—¿Está Anne?

Su ceño se frunció y de repente sonrió,—Ah, hola Gilbert. Perdona es que vengo de la granja y eso... ¿Por que preguntas por Anne?

—Es que... Yo necesitaba llevarla a un sitio a... a...—Joder piensa.—...a comer rosquillas. Le hice una promesa de que había una tienda en la que vendían las mejores rosquillas. Je.

Pareció tragárselo y asintió invitándome a entrar dentro. Yo me dirigí al salón con el y escuché unos gritos,—...yo solo quiero ponerme el bendito vestido!

—¡Es muy corto, Anne!

—¡Ahggg!

—Tienes que tener respeto, no puedes mostrar tanto y pedir que los hombres no te miren. Contrólate.—Decía una mujer de cabello negro que logre ver por una puerta entrecerrada.

—¡¿Que me controle?! ¡Que controlen ellos sus ojos!—Gritó la voz de Anne.

Matthew se asomó y se mordió el labio,—Madre mía, ha venido la tía de Anne y están que no callan.—Dijo el entrando en la habitación, dejándome una vista más amplia del panorama.

Anne estaba vestida con un hermoso vestido que le llegaba a los muslos. Era azul celeste de tirantes, y tenía un pequeño vuelo por la parte de abajo. La mira estufecto.

¿Se puede enamorar uno más de lo que yo estoy? No.

Matthew cogió una pipa a mi lado y se sentó a leer el periódico. La señora pareció inmutarse y lo miró con desgana,—¡Matthew! ¡¿No le vas a decir nada a esta niña?!

Matthew solo se encogió de hombros y la señora pasó a mirarme a mi,—Oh, hola hijo. ¿Eres el novio de Anne o algo así?

—No.

—Sí.

Creo que no hace falta explicar quien dijo cada cosa, ¿no?

—Déjala Marga, solo quiere llevarla a comer rosquillas.—Anunció Matthew con simpleza,—Que lleve lo que quiera, es su cuerpo.

—Que demonios... Anda, iros y dejad de darme dolores de cabeza.—Soltó la tal Marga subiendo por las escaleras.

Anne sin embargo me tiro de la oreja para fuera,—Vamos.

Tiene carácter, me gusta.

Cuando salimos se paro delante mía y me miró a los ojos tan profundamente que pensé que me iba a absorber el alma.

—Mira, te voy a ser sincera, tu plan de ir a por rosquillas es una mierda, pero con tal de salir fuera y no estar con la posesa esa estoy bien.—Dijo acercándose a mi coche.

—En realidad yo...

—¡Vamos!

Y como si fuera un perro abandonado me acerqué y me metí en el coche. Puse algo de música tranquila, y esperé a que su mal humor se calmase, por ahora me tocaba esperar.