Michi Mexicano

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-¡YA LLEGAMOS!- grito un joven a todo pulmón.

-Ostias chaval, ¿Qué gritos son esos?- dijo el español saliendo de su habitación.

-Por fin lo encontramos- menciono con una gran sonrisa el tricolor, mientras mostraba el costal.

-Enserio, ¿Encontraron a mi Nueva España?- cuestiono el español soltando pequeñas lágrimas, no podía creer que después de tanto tiempo
por fin estaba de regreso su amada mascota.

Así que sin pensarlo más tomo el costal y se dispuso a sacar al gato
pero…

-Chavales disculpen pero les puedo hacer unas preguntas.

-Claro pa.

-Bueno de que color les dije que era mi gato- cuestiono mirando a su hijo mayor Colombia.

-Pues dijiste que tenia colores blanco y rojo, aunque se te olvido el color
verde.

-Ujum... y también les dije que mi gato tenía por lo menos cinco años y, ¿cuántos años creen que tiene este gato?- pregunto mientras les mostraba el gato a sus hijos.

-Pues...se ve de unos seis meses de vida- respondió Perú con una voz
temblorosa, dándose cuenta del error que acababan de cometer.

-Y sobre todo les dije que mi gato era una gata.

Con esta última afirmación Colombia y Perú se miraron con preocupación
porque se ultra equivocaron.

-Solo espero que no hayan hecho nada malo- dijo España mirando como
el gato no dejaba de morder su mano y esperando que sus hijos no hayan
robado el gato.

El bicolor tomo del brazo al colombiano y se lo llevo a un lugar alejado para que España no los escuchara.

-Entonces que hacemos ahora- pregunto Perú muy preocupado.

-Tranquilízate, no es que como si ese niño viniera justo a la casa a reclamar su gato.

En ese instante se escucho como alguien tocaba la puerta con mucha
insistencia.