Así no es como funciona [Norenmin]

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"Solo un montón de animales" se repetía Renjun constantemente mientras caminaba mirando al suelo.

Eran solo animales, quizás alguno de ellos podría ser un simple pollito, un conejo, pero la sola idea de que hubiera un león o un oso le hacía temblar.

Si lo pensaba, podía ser como el zoológico, solo tenía que caminar un poco y volvería, no tenía que encontrarse con alguien ni interactuar con nadie.

Su camino iba bien, mientras no mirara a nadie a la cara todo iría bien, si alguien quería detenerle simplemente correría, eso era todo lo que podía hacer, correr en caso de emergencia.

Se detuvo para cruzar la calle mirando los autos rogando a todos los cielos que el semáforo se apresurara en ponerse rojo, no miro a otro lado, solo miro el semáforo, sabía que sería peligroso, pero se negaba a mirar algo más.

—Pronto terminara—murmuro para sí mismo, pero aquellas palabras le revolvieron el estómago.

Un mal recuerdo venía con esas palabras, su sabor era muy amargo para su gusto, quería ignorarlo pero no sabía si podría hacerlo fácilmente.

"Está bien Renjun, pronto terminara, podrás volver a casa y toda esta pesadilla terminara, no les des más excusas, solo aguanta"

El solo recuerdo hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas ¿Por qué tenía que recordar eso en estos momentos? ¿Por qué?

—¿Chico? ¿Estás bien? —una voz lo sacó de sus pensamientos, miro a su lado a una chica.

Volvió al mundo, a este extraño mundo, pero volvió en sí, paso su mano por sus ojos secando sus lágrimas, miro a la chica que parecía preocupada por él, no debía ser un genio para adivinar lo que era la chica, vio unas lindas orejas de conejo cayendo a los costados de su cabeza casi ocultándose en su cabello castaño.

—E-Estoy bien—

—Aigo, eres un humano—la chica se acercó a él como si fuera algo normal y le abrazó—¿Estás perdido? ¿Estas asustado? ¿No encuentras a tus amos?—

Aquello le molesto y asusto en ambas partes, se separó de la chica casi empujándola y le grito—¡Ya te dije que estoy bien!—

—¡Yah!—Una chica grito a su lado, Renjun miro a la chica, de cabello negro y alta—¡No se empuja a una chica! ¿¡No te educaron bien!?—

Renjun miro la cabeza de la chica, pudo notar las orejas de perro, un perro defendiendo a un conejo, que irónico.

—Yo no empuje a una chica—Renjun contesto con seguridad—Empuje a un animal—

Casi quería disculparse al ver la cara de ambas chicas, la de cabello negro parecía sorprendida mientras que la otra parecía herida.

—Eso es—la chica de cabello negro se adelantó para tomar el brazo de Renjun.

Intento detenerla, pero no pudo evitarlo, tomo su brazo y comenzó a arrastrarlo.

—¡Suéltame! ¡Déjame en paz!—

—Irene ¿Qué harás?—la chica de cabello castaño la siguió preocupada.

—Voy a llegarlo con sus amos y contarles lo que paso—Irene contestó mirando hacia la calle—¿Dónde vives?—

Renjun luchaba para que le soltara, la chica parecía muy molesta y presionaba su brazo con fuerza—¡Dije que me sueltes estúpido animal!—

Sabía que sonaba grosero, que incluso era algo cruel, pero no podía verlos diferente, parecía como si un perro quisiera llevarlo de regreso con un gato y su pareja el lobo para acusarlo por empujar un conejo ¿Qué coherencia había en todo eso?

—¿¡Qué sucede contigo!?—La chica grito molesta girándose hacia Renjun—¿Acaso eres un niño rico malcriado? ¿Te crees mejor que nosotros?—

Renjun se sintió en la necesidad de negar porque sentía que si asentía solo haría que la chica explotara, no se sentía superior que ellos, solo se sentía diferente, extraño, en su cabeza solo discutía con un montón de animales, no con personas.

Quería volver a luchar para soltarse, se hacía tarde y quería seguir en su pequeña misión, pero la chica comenzó a arrastrarlo, aquello le asustó, la chica no le preguntó nada más, simplemente lo arrastro de regreso en el camino.

—¡Hey!—Renjun reclamó pero la chica le ignoró—¿¡A dónde me llevas!?—

—Irene basta, no puedes...—

—¡Él tampoco debería empujarte! —La chica se giró gritándole a la otra—Pero si él puede hacer lo que quiera entonces yo lo hare—

La otra chica gimió asustada siguiéndola—Si los dueños se enteran—

—Entonces les diré lo que paso y asunto resuelto—

En alguna forma tenía miedo, la chica daba miedo molesta así que simplemente se dejó arrastrar ya que su brazo dolía de tanto luchar, después de todo solo eran un par de chicas, un conejo y un perro, ningún animal peligroso, podría librarse rápidamente o eso esperaba, de alguna forma podía sentirse secuestrado, lo metieron en una casa desconocida, más grande que la de Jaemin y Jeno, pero al entrar lo sentaron en un sofá y le dieron algo de té con galletas, pero la chica de cabello negro seguía regañándolo.

—¡No puedes hablarle así a las personas! ¡Todos velamos por la seguridad de los humanos! ¿¡Crees que es correcto hablarle así a alguien que solo se preocupar por ti!?—la chica se cruzó de brazos esperando su respuesta.

El solo hecho de que la chica fuera mayor que él y tomara esa actitud de hermana mayor le molestaba, le hacía sentir culpable aun cuando las orejas de la chica desaparecieron y solo veía a una chica común.

—¡Contéstame!—

—No, no es correcto—contesto sin mirar a la chica, miro a sus pies esperando que eso acabara.

—¡Así es! ¡No es correcto hacerle eso a una chica ni a nadie!—

Renjun espero sentado en aquel sofá, quería que la chica se cansara rápido, pedir perdón por lo que hizo y volver a su plan, pero mientras más pasaba el tiempo más se preocupaba, era tarde, parecía oscurecer afuera y él seguía sentado.

Mordió su labio inferior interrumpiendo a la chica, no quería hacerlo porque parecía cerca de terminar, pero se hacía tarde.

—Señorita, lamento interrumpirla, pero necesito volver a casa rápido—

—Genial, yo te acompaño—La chica se movió para tomar un suéter, la otra le siguió.

—Irene ¿En serio iras a reclamarle a sus amos?—

—Se lo merece, por haber sido tan grosero contigo Seulgi—Irene se puso el suéter y miro al chico, Renjun estaba de pie sin creerlo.

No solo no había arruinado su plan de regalarle algo a Jaemin, sino que ahora parecía llevar un problema a casa.

Debía buscar la forma de salir de eso.