delicate

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Septiembre, 2016

Chris y Taylor se encontraban en la sala de estar de la casa de ella. Habían dos copas de vino sobre la mesilla de centro junto a unas galletas que ella misma horneó.

"¡No puedo creer que hicieras eso!" carcajeo Taylor.

"¿Quien no ha hecho cosas locas por amor?" se defendió él. Se había quitado la chaqueta tras ingresar, dejándola sobre el respaldo una silla, quedando solo en su camisa lisa de color azul que hacia resaltar sus ojos.

Jamás había visto un azul así, porque no era solo azul sino que además tenía matices verdes y a contra luz cambiaban de color, y en el centro motitas de tono grisáceo, por lo que sus ojos eran como el mar y el cielo en uno mismo. Tan hermosos que podría mirarlos durante horas, era como sumergirse en ellos. La pregunta era, entonces, si ella podría flotar en ellos o si se ahogaría.

A partir que le ayudó cuando lo llamó llorando, Chris la ha visitado varias veces para ver cómo está. Ni como negar que a ella le encantan sus visitas, y compañía, (en especial desde que terminó con Tom de manera pública siendo oficialmente soltera), y una extraña atmosfera los ha rodeado. Puede ver las chispas volando cuando están juntos, en especial cuando sus brazos o manos se rozan.

Esa tarde, Chris llegó y habían estado hablando por horas sobre sus vidas, cosas que no salen en páginas de internet ni son de interés de páginas amarillistas. 

Chris le estaba contando que para llamar la atención de la chica más popular de la escuela cuando estaba en sexto de primaria, consiguió el rol protagónico en la obra escolar Crazy Camp. Y aunque su relación duró tanto como la obra, logró obtener su primer beso. 

"Mi experiencia en la escuela fue... en realidad sentía que nunca encajaba, ¿sabes?" relató Taylor. "Como si siempre quedara fuera del círculo. Creo que ellos no comprendían la forma en la que mi mente divagaba creando historias de las que nacen mis canciones."

"Yo te habría notado."

Ella lo miró suspicaz. "Lo dudo."

"¡Oye!" la miró ofendido. "Lo digo de verdad. Tú desprendes un aura atrayente, que es difícil que alguien no lo note, que no te note." la miró. 

Ante su mirada, Taylor bajó la vista sonrojada, una sonrisa tonta formándose en sus labios. Dio un respingo al sentir la mano de Chris en su mejilla, y tragó nerviosa al notar su cercanía. 

"Eres hermosa, Tay. Por dentro y por fuera." dijo en tono bajo. 

Sin poder evitarlo, ella dirigió sus ojos a los labios de Evans que estaban a pocos centímetros de los suyos. 

"Tú también lo sientes, ¿no es así?" Ahora fue él quien desvió sus ojos hacia los labios de ella.

Las palabras, al igual que la respiración de Taylor se atascaron en su garganta por lo que solo atinó a asentir. Su corazón tamborileando como loco.

"En la última hora en lo único que he pensando es en besarte." confesó, sus ojos brillando más azules. 

"Y-yo también..." susurró apenas.

"Lo sé." sonrió de lado. 

Taylor mordió su labio nerviosa ante todas las sensaciones que la invadían, la expresión divertida en el rostro de Chris cambiando a una seria.

Temblorosa, llevó sus manos hacia los hombros de Chris, y cerró sus ojos a la espera. Segundos después sintió una suave caricia sobre su boca hecha por los labios contrarios. Soltó un jadeo ante el cosquilleo que el roce le causó. Luego, él unió sus labios en un beso, y Taylor se sintió derretir.

𝐶𝑎𝑙𝑙 𝐼𝑇 𝑊ℎ𝑎𝑡 𝑌𝑜𝑢 𝑊𝑎𝑛𝑡 |Chris Evans|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora