16. Diversión (Brando)

26 9 3
                                    

“Al siguiente día”

(27 de febrero/2020)


—Hola Luz, ¿Y Angelo? —pregunto

—Hola, él está en el baño —me dice Luz en voz baja

—Como veo tu casa es muy grande —lo digo viendo la casa de Luz

—Gracias, pero pronto lo venderemos —me dice Luz viendo el suelo

—Ya vámonos —dice Angelo al salir de la casa de Luz.

Después de una hora de viaje en autobús, llegamos al parqué de diversiones.

—¿Dónde nos subimos? —pregunto muy emocionado mientras veía todos los juegos

—Ni idea —me contesta Angelo con frialdad

—¿¡Qué tal a la montaña rusa!? —pregunto 

—No, me da miedo —me responde luz en voz baja

—Hmmm… entonces, ¡Vamos al carrusel!

—Eso es para niños —me dice Angelo muy serio

—Hmmm… entonces, ¡Rueda de la fortuna!

—Se ve peligroso —me dice luz en voz baja

—¿Adónde vas? —pregunto al ver a Angelo yéndose

—Tengo hambre —me contesta Angelo muy serio mientras se iba

—Creo que lo aburrí, ¡Maldición! —lo digo en voz baja

—Solo se fue a comer, ¿No me digas que estás pensando que no regresara? —me pregunta Luz en voz baja

—Ahh… solo nos queda esperar —lo digo viendo a Angelo alejándose de nosotros dos y agrego una pregunta—. ¿Te hablas Nayeli?

—Sí, justo ayer en la salida la vi

—¿En serio?, ¿Y a dónde?

—Ahh… por la avenida de autobuses yendo a su casa —me lo dice un poco nerviosa

—¿Y todo bien con Angelo?

—Sí, aunque poco a poco dejo de tenerle miedo

—Me legra que te lleves bien con él, y no le hagas caso a Jessica

—No te preocupes, Jonathan ya me explico un poco más sobre el síndrome que sufre Jessica

—¿En serio?, que tal si me explicas como esperado a Angelo, aunque pienso que regresara rápido


“40 minutos esperando”

—Nos abandonó —lo digo triste y agrego—. Pensé que éramos sus mejores amigos

—Creí que Angelo era bueno, pero no lo es, ya que los tipos malos abandonan a sus amigos —me dice Luz queriendo llorar

—¿Qué tanto lloras tími? —pregunta Angelo con seriedad

—Pensé que nos habías abandonado —dice Luz secándose las lágrimas

—Los estaba buscando por el carrusel —nos dice muy serio y agrega—. Es el único juego que podrías subirte

—¡Entonces vamos al carrusel! —lo digo muy feliz al ver a mis dos amigos juntos

Mientras nos dirigimos a carrusel Luz sé detiene y se queda viendo un oso de peluche.

—¿Te gusta? —pregunto a Luz

—Si —me contesta en voz baja y con timidez

—Buenas tardes, señor, ¿Cuánto cuesta ese oso? —pregunto al vendedor 

Luz De Mi OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora