Luz De Mi Oscuridad

94. Oportunidad (Linda)

“Al siguiente día”

(1 de mayo/2020)

—¿Todos Listo? —pregunto poniéndome mi máscara

—Si jefa —me responde mis 3 amigos

—Nada de disparos, y todo rápido —lo digo con voz seria

—Entiendo jefa

Al decirme eso salimos del auto y enseguida entremos al banco

—¡¡Todos, manos arriba!! —grita uno de mis amigos en voz alta

Enseguida todos comienza a gritar muy asustados, y otro solo se arrodillaban subiendo las manos

—Llena todo aquí —lo digo dándole una mochila a la cajera

Enseguida la cajera llena el dinero en la mochila.

De reojo veo al de seguridad sacando su pistola

—Ni se te ocurra hacerlo —lo digo apuntando al de seguridad con mi pistola

Rápidamente, el de seguridad arroja su arma y se tira al suelo

—¡Ya vamos! —nos dice uno de mis amigos afuera del banco

—Aquí está el dinero —me dice la cajera asustada

—Gracias por todo —lo digo tomando la mochila con dinero

Al decir eso yo y mis amigos salimos del lugar y nos metimos a nuestro auto.

—¡¡Acelerar!! —lo digo en voz alta

“Minutos después”

Al llegar a nuestra base, comienzo a repartir el dinero entre todos.

—Y aquí está tu parte Martín —lo digo dándole mucho dinero

—Gracias por llevarme hoy

—No es nada, y no te olvides comprar la medicina a tu mamá

—Lo haré, es me vaya

—Adiós, Martín —se despiden los demás

—¿Y usted dos que harán con su dinero? —pregunto

—Divertirnos, talvez vaya a comprar un poco de coca

—Igual yo

—No tiene cura, en fin los veo mañana —lo digo alejándome

Algún día dejaré de robar, ya no quiero seguir con esta vida.

Al pasar por mi ex casa de mis padres, veo a los padres de Angelo

Tiempo que no los veo, pensé que se habían ido con Luna. Es seguro que me odian por romper el corazón de su hijo, o talvez no, es mejor que solo los salude

—Hola señor y señora Quispe —lo digo acercándome a ellos

—Hola Linda a los tiempos —me dice la madre de Angelo

—Sí, más de 2 años, ¿Algo pasó?

—Angelo está muy grave en el hospital

—¿Qué le paso? —pregunto preocupada

—Callo rodando de una gran altura, y parecer perdió la memoria por un golpe grave en la cabeza

—¿Y qué les dijo el doctor? —pregunto

—Nos dijo que la perdida de memoria podría ser permanente —me contesta el padre Angelo

—Lo siento por él, espero que se recupere

—El olvido todo desde el día de la mordida del perro

—¿Está diciéndome que Angelo no sabe que termine con él?