Melodrama

Outro. Magic

"El mañana no importa, haremos que el tiempo sea eterno ¿Crees en la magia? Porque no sé qué otro nombre darle a lo que tenemos."

Magic, Kylie Minogue.

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Los dos soltaron un suspiro al encontrarse de frente con la basta inmensidad de un mar gris que les dio la bienvenida con una caricia salada y húmeda de brisa y suave llovizna a partes iguales. Tine sonrió. Aquel mar era tan distinto a aquel otro, el que estaba frente a la casa de su familia donde, años atrás, él y Sarawat habían iniciado su historia. El cielo estaba nublado, pero la llovizna era cálida, suave y como si no fuera suficiente, la mano de Sarawat estaba entre la suya. Tine sonrió porque sin duda alguna, cuando el mundo volvía a ser sólo de los dos, la vida parecía ser más brillante.

Y es que Sarawat de verdad quería olvidarse de todo, completamente de todo. Después de viajar por meses y meses durante la filmación de una película importante en la primavera, el fotógrafo, quien era ahora un nombre indispensable en todos los filmes de éxito, quería olvidarse completamente de los deberes que esperaban por él en su oficina central de Bangkok. El mundo real podía esperar por él y por Tine unos días o tres eternidades. Porque la mano del modelo unida a la suya y la sonrisa suave en los labios de Tine era todo lo que él quería sentir y ver hasta que el verano llegara a su final.

— ¿De verdad estuviste aquí antes?— preguntó Tine en un suave susurro que se confundía con el vaivén de las olas besando la arena— ¿Fuiste feliz aquí, Sarawat?

Sarawat sonrió. La verdad era que él estaba preguntándose las mismas cosas. De un tiempo acá, las memorias de aquel lugar llegaban a él con más fuerza. Como si fuera de una energía poderosa, aquel mar no había dejado de aparecer en sus sueños. Según Phukong, su madre siempre hablaba de aquellas vacaciones, las únicas que la mujer había podido pagar para los tres. Aquel lugar era real, claro, pero Sarawat seguía sin entender por qué había el deseo de llevar ahí con Tine había sido tan poderoso.

Y es que quizá el mar guardaba el recuerdo de sus risas siendo niño, quizá la arena recordaba también el modo en el que sus pies habían andado por ella, corriendo, andando y jugando ¿Por qué aquel mar le hacía pensar a Sarawat que desde el inicio del tiempo, él terminaría llevando a ese lugar a la persona con la que desearía estar por siempre?

Sarawat no lo sabía, quizá no lo llegaría a saber jamás. Lo único de lo que podía estar seguro el fotógrafo era que como en aquellas otras vacaciones, él se sentía completamente feliz de disfrutar de un lugar mágico al lado de la persona que lo amaba a él con la misma intensidad con la que amaba su corazón en aquel justo instante. Tine estaba ahí en el presente. Tine seguramente sería también parte de todo el futuro que los dos tenían delante de sí.

— ¿Eres feliz ahora?— preguntó Sarawat sin dejar de sonreír.

—Más de lo que he sido toda la vida— dijo Tine, comprendiendo secretamente el sentido de la pregunta de su amado.

—Esa es la respuesta para todo entonces, Tine— dijo Sarawat—. La verdad es que no recuerdo mucho de lo que mi hermano, mi madre y yo hicimos aquí. Así que hagamos nuevos recuerdos Tine, hagámoslo de modo que nadie tenga que contarnos nuestra historia después ¿está bien?

Tine asintió y apretó los dedos de Sarawat entre los suyos porque él tenía razón y porque la verdad no había más nada que agregar a lo ya dicho. Lo que habían sido, lo que eran, lo que serían... todo eso estaba ahí ahora, todo eso los unía porque el amor no entiende de tiempo y cuando amas a alguien, lo amas en su totalidad. Amar es como abrazar al mar, es anclarse al infinito, no puedes dejar nada fuera de ello. Amar, era el verbo que los dos jóvenes, quienes después de sonreír empezaron a caminar por la playa sin importar que la lluvia de pronto hubiera aumentado, estaban sintiendo.