Leyendo las señales

Capítulo 22

Severus miró el dibujo en estado de shock. Prácticamente podía sentir la emoción que irradiaba. De repente, una conversación anterior llegó al frente de su conciencia. Como siempre esa chica Granger, metiendo la nariz en cosas que no la involucran.

"Tiene una señal para usted, profesor".

"Soy muy consciente de eso, señorita Granger."

"Bueno, en realidad, son dos signos".

"¿Y su punto es?"

"Pensé que quizás querría saber, eso es todo."

"Estoy más que consciente, gracias."

Ella se alejó unos pasos y él pensó por un momento que la conversación había terminado. Pero luego giró sobre sus talones y preguntó

"¡¿No quiere saber qué significan ?!"

Cruzó los brazos en un signo de calma que no sentía del todo.

"No tengo ninguna duda de que el Sr. Potter me lo dirá cuando esté listo para hacerlo."

Quizás encontrar este dibujo fue la única señal que obtendría del niño. De repente necesitaba averiguar cuáles eran esos signos. Con suerte, habria encontrado los equivalentes en lenguaje de señas para 'murcielago grasiento'.

La primera señal fue fácil de encontrar. Lo había visto antes, marcado en la Ts - 'maestro'. Eso tiene sentido. De hecho, tenía tanto sentido que de inmediato se preguntó qué podría haberle añadido Harry. Por otra parte, quizás no quería saberlo. Hizo una pausa antes de volver al libro una vez más.

No tomó mucho tiempo encontrarlo. Allí, bajo las Fs. Se quedó mirando durante unos momentos, su cerebro no comprendía realmente las palabras que veían sus ojos.

Allí, en la página, estaba la siguiente descripción de la señal que había seguido a 'maestro' durante los últimos meses.

Padre, papá, papi.

El último lo dejó sin aliento. Un pensamiento revoloteó brevemente por su mente. Me pregunto qué versión estaba tratando de usar. Sin embargo, no tuvo tiempo de asentarse.

Se sentó, con fuerza, en la cama de Harry.

Obviamente tenía que hablar con el niño. Al menos, sobre el dibujo. En cuanto a lo otro, bueno, habría que dejarlo para otro momento. Tenía la clara idea de que una conversación sobre el dibujo sería bastante difícil para el chico. Hacer aparecer la señal sería un desastre. Potter probablemente pensó que nunca descubriría lo que significaba. Casi deseó no haberlo hecho.

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El profesor se tomó su tiempo para caminar hacia la torre de Gryffindor. Trató de pensar en algo profesional y sin emociones para decirle al chico, pero falló en todo momento.

Finalmente, aceptó que solo había una forma de abordar esto: como un hombre adulto que necesitaba brindarle una guía emocional a un niño.

Se burló de sí mismo ante la ironía. Severus Snape tuvo que enseñarle a Harry Potter a no avergonzarse de sus emociones.

Se preguntó brevemente si el apocalipsis estaba sobre ellos.

El niño salió dando brincos de la torre pocos minutos después de que la señora gorda fuera a buscarlo. Le sonrió a su maestro y saludó al hombre con su signo personal. Snape resistió el ceño fruncido que comenzó a aparecer en su rostro ante las implicaciones duales de esa señal. Potter hablaría cuando estuviera listo. Y si conocía al chico, ni un minuto antes.