《Pesares en un corazón débil 》

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Wei WuXian retiró la placa de su pecho cuando vio a lo lejos las figuras de los últimos hermanos Wen junto al pequeño Wen Yuan, su sonrisa quedó plasmada en su rostro viéndose forzada a un punto casi escalofriante; los dedos de su mano jugaban dulcemente con los trazos de lo que tenia que ser la marca de compromiso con los Wen.

Su promesa, no podia cumplirla pero podía pretender hacerlo.

Wei WuXian camino hacia La Cueva de Matanza de Demonios, el espacio era grande, desordenado y, de una mala manera, realmente sofocante. Nunca le gusto ese lugar, lo odiaba mucho, pero aquel era el lugar que merecía, lo único que podía merecer después de condenar a la secta que lo había salvado y de paso también dejarla junto a su familia, claro que tenía que sufrir; allí los viejos pedazos de papeles acaparaban todo espacio para caminar, al menos ver eso reconfortaba el corazón de Wei WuXian porque era su trabajo, una de sus distracciones. Sus pasos siguieron hasta llegar a la pequeña jaula de madera en la que residía un hermoso cuervo de ojos blancos, Wei WuXian lo observó unos momentos para después pasar su mano por el pico del ave en una suave caricia, el animal en reacción abrió una herida en su palma, absorbiendo la sangre del cultivador demoniaco, el eterno alimento de un cuerpo renacido, el ave con su suave lengua intentaba absorver más sangre a lo que el Patriarca de Yiling retiro rápidamente su mano. No podia malcriar al ave, volverlo dependiente de su sangre lo obligaba a obedercerlo si le daba más de lo necesario seria codicioso y no obedecería; Wei WuXian sabia que todo lo que ofrecia el ave era dependencia, jamás lealtad.

 No podia malcriar al ave, volverlo dependiente de su sangre lo obligaba a obedercerlo si le daba más de lo necesario seria codicioso y no obedecería; Wei WuXian sabia que todo lo que ofrecia el ave era dependencia, jamás lealtad

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Nie HuaiSang buscaba desesperadamente algún rastro de vida.

No quería hacer un escándalo en la fiesta de Jin Ling ya que siempre mantuvo un perfil bajo en cualquier ocasión. Pero en su camino a esa exagerada fiesta, el solo ver a un cadaver viviente cambio toda idea de solo estar desapercibido en la fiesta; pero ése no era cualquier cadaver viviente, de ser así su hermano ya lo hubiese detenido, ése cadaver era uno inofensivo: un mensajero.

El Nie al verlo la primera vez no captó los extraños comportamientos del cuervo, estaba más ocupado en mantener su sable en el aire y no ganar regaños de su hermano, pero esa pequeña ave tenia un objeto brillante atado en una cinta carmesí que contrastaba notablemente con su plumaje oscuro. La curiosidad de Nie HuaiSang ganó y se alejó sutilmente de su hermano; al acercarse, gracias a su amor a las aves, vio los constantes cambios que presentaba: el aleteo irregular, las marcas blancas en el hermoso pelaje negro y los ojos de jade, el rastro de carmín en su opaco pico y vio la cinta roja que aseguraba un pequeño pedazo de metal. La siguió para poder encontrar una excusa y no ir al territorio Jin, pero la pequeña criatura iba en la misma dirección, una gran confusión se comenzo a tornarse en el rostro del menor de los Nie ¿Era esto algún proyecto fallido de su amigo? Porque no era idiota, sabía por lo que vio y por ese olor fetido que el ave emanaba, que ese animal era un cadaver viviente, uno de Wei Ying. Pero, ¿no iba a venir su compañero a la fiesta? ¿Necesitaba vigilar antes de llegar? Sí, lo más razonable era eso, así evitaba problemas.

Feeling Of LossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora