Él

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Se hizo costumbre merendar con mates dulces, escuchar Shakira y comer galletitas. Sus besos toman rumbos diferentes, quiere más explorando mi piel con tacto ligero y tierno.
Esa noche estamos solos en casa, alquilamos una película titulada "Juegos sexuales" compramos pizza y Coca cola. Tiramos un fino y desgastado colchón en la sala mientras extendemos una sábana sobre la misma. Apagamos las luces.
Él enciende la TV observé con suma devoción su espalda ancha y húmeda por transpiración. Parece un mapa perfectamente trazado. Es ver con ojos de enamorada al galán en acción aunque eso sea prender la televisión.
La película inicia. Estamos boca abajo comiendo y bebiendo. No probamos mucho bocado, el toqueteo se vuelve más candente.
Minutos después...
La película sigue, pero nosotros estamos explorando nuestros labios pactando el trato con un beso sellado. Después cae sobre mí, tuvimos una breve conversación sobre el sexo y está relación.
Él desea, yo también.
- ¿Lo quieres?- pregunta dulce.
¡Estoy temblando!
Me muerdo la boca. Veo su ansiosa expresión, tiene brillos en sus ojos como un depredador.
Quisiera decir gritando : -¡Sí!- pero esto no es una propuesta de casamiento.
Esbozo una sonrisa.
- ¿Crees que estamos preparados?
Puedo sentir sus tibias manos deslizarse bajo de mi vestido. Es acto que conlleva a humedecer mi zona erógena.
Quizá sea el momento(medité) aunque yo no estoy del todo preparada.
- ¡Dímelo tú!- afirma ansioso.
Arrima su rostro al mío, estamos esperando mi respuesta.
Huele exquisito.
Su aroma destila sexo.
Estoy húmeda.
Pero como dice la canción: "mi cuerpo dice quiero, pero mi alma tiene miedo"
Un ¡Sí, quiero! y sería entrega certera.
Le di un corto beso el su cálida boca. Así inició un recorrido de lengua y labios, dientes en mi frágil piel.
Susurró persuasivo y repetitivo:
- Te amo, eres perfecta. Soy feliz.
Así lentamente...
Fue retirando mi braga interior, pero rápidamente se quitó el pantalón.
Las ropas permaneción mientras unimos nuestros sexos en una danza de placer y dolor.
Él se quedó con su remera blanca, yo con mi corto vestido de fina gasa rosa.
Al principio fueron exagerados besos. Estos no sirvieron para amortiguar el ardor carnal.
Tincho se mueve sobre mí varias veces, al parecer también le duele. Su virilidad se hunde en mi intimidad yo solo puedo sentir ¡Dolor!
Esto no es placentero como muestran las novelas de la tarde. Las chicas gozan exclamando el nombre de su galán yo en cambio dejé salir un:
- ¡Duele! - exclamé gimoteando.
Se detiene sorprendido.
Nos miramos. Es una pausa incómoda.
- ¿Quieres que me detenga? - expresa en seco.
- No te muevas fuerte, plis - suspiré desganada.
- Bueno reina - acota con vergüenza. Su frente tiene transpiración.
Regresamos a nuestro acto con un beso y un fuerte franeleo.
No encuentro el punto de éxtasis o placer ¿Eso existe?
Pero esa noche fuimos uno. Su miembro es duro y ancho, siento escarvar mi pequeño hueco con movimientos bruscos y frenéticos.
Espere tanto por dolor. Él no parece dominar la situación. Lo rodeo con un abrazo, pero no encuentro el "placer de la primera vez"
La canción: "sinfonía agridulce" suena de fondo.
Esto no es una película, es una cruda y dolorosa realidad.

Aura: Basada en hechos reales ❤️💓💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora