Cada día se había vuelto un desafío para la joven pelinegra, quien desde que se enteró de su embarazo tuvo que aprender a llevar situaciones que nunca había imaginado. Como las náuseas que solía tener en medio de sus clases, o los bruscos cambios de humor , aveces quería reírse y de un segundo al otro comenzaba a llorar. Todas las sensaciones y emociones le parecían nuevas. Ademas Minerva siempre había sido muy reservada con este aspecto suyo, no le gustaba compartir esas emociones con otros.
Claramente, Albus era la excepción. Él era su debilidad, y ambos adoraban que asi fuera.
- Cariño, ¿como has estado hoy? - Albus había entrado a la sala donde la profesora se encontraba perdida en su lectura.
- Bastante bien ha decir verdad - dejó su libro en una pequeña mesita sobre la cual su taza de té aún humeaba, y extendió los brazos como pidiéndole al pelirrojo que la abrazara. Él sonrió, amaba que Min fuera tan dulce, se acercó a ella y correspondió a su abrazo con mucha dulzura.
Colocó ambas manos en el vientre de su esposa y con dulzura comenzó a acariciarla. Faltaba poco para que su pequeño o pequeña llegará, lo sabían y eso los tenía en vela esperando muy emocionados.
Pero aunque Dumbledore estaba disfrutando el dulce momento, parecía no estar del todo ahí. Como si algo más ocupada su cabeza.
- Albus, ¿porque estas preocupado? - Lo miro arqueando una ceja
- Em, yo no, no estoy preocupado. -dijo él con una sonrisa demasiado risueña
- Si lo estas, te conozco y puedo darme cuenta. - La pelinegra miro fijamente a su esposo - Ahora, Albus Wulfric Perciban Brian Dumbledore, me vas a decir la verdad de que es lo que te está angustiando y por qué no querias contarmelo - Lo dijo como una orden pero tenía un dejó de preocupación, pues debia de ser algo bastante grave para que Albus actuará de esa manera tan poco usual con ella.
- Tienes razón, no tiene sentido que no te lo cuente, sólo que no quería preocuparte - clavo sus ojos azules en los de su esposa, luego la beso en la frente y suavizo el gesto de preocupación que ella tenía - Escuche rumores sobre un mago oscuro que cada vez esta ganando más poder - dijo al fin - No lo consideran una amenaza aún, pero yo creo que si lo es y que debemos tomar buenas precauciones para mantener la seguridad en Hogwarts.
- ¿Crees que será muy grave lo que viene? ¿Será como...?¿como lo de...? - No pudo terminar de hablar porque Albus la interrumpió.
- No sabemos cómo será lo que viene, pero estoy seguro de que el pasado tal como fue una vez no se repetirá jamás
La pelinegra sintió un leve alivio, sin embargo una sensación de amargura había quedado en el ambiente. Las palabras de Albus eran engañosas, buscaba calmar a Minnie, no quería que además de todo lo que ya estaba viviendo tuviera que pensar en esto, pero él era consciente sobre la magintud de aquello que acechaba al mundo mágico y las posibles consecuencias a las que estaban expuestos.
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Los primeros rayos de sol se colaban entre las cortinas y bañaban el rostro del joven profesor, dándole un aura de paz todavía mayor a la habitual. Ella lo observaba mientras intentaba comprender cómo podía amarlo tanto. Verlo descansar la hacia estar tranquila, le generaba algo difícil de explicar, una mezcla de paz, alegría y ternura.
Albus despertó, y al notar que su esposa lo observaba muy concentrada, no logró contener una sonrisa. Se quedaron un momento abrazados, lo cual hubiera seguido asi por un rato más a no ser por el extraño reloj que el mago había decidido comprar y que ahora no paraba de hacer ruido para "despertarlos".
- Creo que esa no fue una buena compra -sentenció la profesora abrochando su bata mientras Albus aún luchaba por apagar aquel artefacto.
Albus estaba limpiando sus gafas cuando desde la otra habitación entró la bella bruja llevando un vestido negro muy largo, el cual a pesar de su color hacia que su vientre se notara muchísimo, una capa esmeralda, su vientre se notaba muchísimo a pesar de los colores oscuros que llevaba.
- Sabes, ya falta muy poco para poder tener a nuestra pequeña o pequeño en brazos... deberíamos pensar en cuál va a ser su nombre - Dijo Minerva pensativa, Albus sonrió
- Para mí va a ser mi Limoncito
Minerva soltó una suave risa al mismo tiempo que ponia sus ojos en blanco -Si, si, lo se Albus... pero necesita nombre
- Bueno empecemos a pensar entonces - Él la miraba divertido - después del almuerzo tienes libre ¿no?
La bruja lo pensó un momento y luego asintió
-Perfecto, almorzaremos en los jardines. Yo me encargo de todo
La primera alzó una ceja, esperando que Albus se explicará mejor
- Será un picnic, como cuando recién nos conocíamos - Había un brillo hermoso en los ojos del director de Hogwarts. Minerva sonrió de solo notarlo, sentía que iba a estallar de la ternura.
- Me parece una idea encantadora, Albus. - Tomó sus libros y avanzó hacia la puerta - debo irme, se me hace tarde. Que tengas una hermosa mañana mi amor. - Lo miro con amor y él le lanzó un beso antes de que ella volteara para dar comienzo a su mañana laboral, las clases de transformaciones no se iban a dar solas...
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Holis!!
Ya se que no actualicé en mucho tiempo, les pido disculpas! Pero hoy de la nada me acordé y quise escribir, así que bueno espero que lez guste♡
Me voy a esforzar por escribir y darle algún cierre a está historia, no me gustaría dejarla sin terminar! Y creo que es una historia muy dulce 💗😍 cruzemos los dedos para que no vuelva el bloqueo y pueda terminarla jeje🤞
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Mi Perfecta Casualidad //MMAD// HarryPotter
FanfictionA veces ocurre que las cosas mas insignificantes pueden cambiarte la vida. Es un abrir y cerrar de ojos. Todo cambia... son las circunstancias las que crean esas hermosas casualidades que transforman tu vida, la llenan de luz, como cuando los ojos d...