Yoongi estaba cansado de personas falsas a su alrededor, lo único que deseaba era finalmente tener hijos y mandar a la mierda a cualquiera que lo molestara. Sin embargo un hermoso omega hará que cambie de parecer con solo una mirada.
Yoonmin
omega...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El alfa besaba al omega con todo lo que tenía, el aroma de ambos estaba por toda la habitación, Jimin se había olvidado que él jamás llevaba a un alfa a su departamento y Yoongi había olvidado que jamás aceptaba entrar al departamento de un omega. Ambos siempre se aseguraban de ir a moteles, era la mejor opción porque así las personas con las que se acostaban, no pensaban tener oportunidad a algo más, un motel dejaba en claro sus intenciones, solo sexo sin compromisos.
Sin embargo, en ese momento, en el que Jimin tenía tres dedos en su entrada, ambos solamente podían pensar que tal vez tener sexo unas cuantas veces más no estaría mal. Eran compatibles hasta en el sexo, eso era casi un milagro.
Una vez que el omega estuvo listo, hizo que el alfa sacara sus dedos, se estiro hasta la mesa de noche y le entrego una tira de condones. Sí, el omega sabía que no lo harían una sola vez esa noche, aún era bastante temprano, tenían toda la madrugada para disfrutar.
Yoongi con una sonrisa lasciva recibió los condones y disfruto de la vista que el omega le daba. Jimin se había puesto de rodillas, alzando su redondo trasero para el deleite del alfa, ambos estaban completamente excitados por lo que Yoongi no tardo demasiado en ponerse el condón y penetrarlo.
Jimin llevaba una vida sexual activa, por lo que no le dolió la penetración, pero si sintió que el pene de aquel alfa no era una broma. Era más grande y grueso que cualquiera que haya tenido en su interior antes, eso le gusto demasiado, nadie le había dado tanto placer con una sola estocada.
― Más rápido – pidió entre jadeos, Jimin estaba al borde de la locura
― Joder, estás tan apretado, eres perfecto Jimin – Gruño el alfa dejando una nalgada en el lindo trasero
― Ah – gritó extasiado – Más, quiero más de eso
Yoongi le hizo caso, le dio unas cuantas nalgadas más y mordió su espalda. Jimin era un desastre de gemidos, saliva, mordidas, lubricante y piel rojiza debido a las nalgadas. Pero para Yoongi no había un desastre más perfecto que Jimin.
― Estoy a punto – susurro el alfa al oído del omega
― A-anúdame, por favor alfa, anúdame – suplicó, Jimin no se reconocía, jamás había pedido que le anudaran porque eso sería darle demasiado control al alfa que le estuviera follando
― ¿Se-seguro? – cuestionó Yoongi, él tampoco preguntaba esas cosas, simplemente no anudaba porque su nudo era más grande que otros y era doloroso, lo sabía y por eso no lo hacía. Pero su lobo pedía, suplicaba anudar al hermoso omega