La casa estaba en completo silencio, no había ningún alma más que la suya puesto que sus padres estaban trabajando. Nada había que escuchar, pues, así que rellenó sin querer el insonoro con otra sesión de tibia nostalgia.
Cuarto de secundaria fue para él una faena. Pareciese que gustaba de los problemas y al mismo tiempo no, porque hacía que no se aburriera, una cosa rara. Decidido a no pasar sin pena ni gloria, sino con suma gloria, volvió a adoptar la conducta polémica que a todos agradaba y se desenvolvía con mayor facilidad, incluso al punto de hablar con extraños y hacerse buen amigo de estas personas nuevas para sí; además, se dio el lujo de haberse ganado un nuevo y peculiar apodo que le daba un aura de genialidad y misterio. Sin embargo, era una naturaleza híbrida, pues por un lado era abierto y temerario, pero seguía disfrutando el hecho de que era alguien introvertido, algo que suele ser confundido con timidez. Sí, tenía nuevos amigos con quienes frecuentaba más que con la Sodoma, pero aun así prefería más la soledad o compañía de su gemelo perdido, el Viejo Enemigo y su novia, cuyas amigas se volvieron habituales partenaires.
En este año se dio cuenta que la Sodoma se había deformado. Durante su ausencia, este grupo de dividió un poco, cuyos miembros fueron absorbidos por otro equipo sin nombre, eran demasiado geniales y maduros para tener uno, pero eso al Residente no le importó y los apodó "Arcadia", como el mitológico jardín de ensueño griego en donde vivían ninfas y algunos centauros. Inicialmente, solo estaba conformado por las mujeres más desenvueltas y "manyadas" del grado, quienes se juntaban con tipos y tipas del último año o gente de otros colegios. Ya no era un sodomita, así que no podía dar fe de la causa de la fusión, pero sea cual haya sido la razón, sus amigos se habían desnaturalizado, ahora eran más distantes con él y otros amigos en común; además, pareciera que habían madurado falsamente, o sea, la típica conducta de adolescente genial y sabelotodo.
Quienes no se unieron a Arcadia estaban unos por allá y otros por ahí en el recreo, muchas veces mirando a la anda y comiendo el almuerzo. El residente culpaba a las chicas fundadoras de Arcadia por la desaparición de sus amigos, pero no le dio tanta importancia al evento y aceptó el cambio; en fin, no es que se frecuentara con ellos, mas era algo incómodo cuando por A o B razón debía juntarse con sus antaño amigos sodomitas debido a la "diferencia cultural" y desemejanza de valores y creencias.
Pero hay un detalle: el Residente fue miembro de Arcadia. Realmente, sí y no, pues solía salir con un subgrupo de los arcadienses conformado por menos gente, invitado por la líder y fundadora principal del grupo. Luego de unas salidas sabía que no encajaba en ese paraje y se distanció de forma supuesta.
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Llora lejos
Short StoryGente diferente que no encaja y los llaman Forasteros. Muchos no pueden con la presión y siguen al resto, se vuelven más del montón, para que sean llamados Residentes.