SEPTIEMBRE 2018
Las clases empezaron hace casi mas de un mes, ha sido un poco difícil ya que no logro acostumbrarme a la ciudad, todo es tan rápido, parece que las personas no se organizan, que salen corriendo de casa para poder llegar a sus destinos y por más que intente ir a mi ritmo siempre termino corriendo y lo peor, pues nada que los mismos alumnos y compañeros de universidad la ponen más difícil.
Casi no he visto a Jason, con las clases, su trabajo, apenas si podemos vernos, por mi parte no he conseguido trabajo y eso me tiene con demasiado estrés, sé que lo de la universidad lo tengo arreglado por algunos meses pero, ojala solo fuesen los gastos de mis estudios, no sé qué haría sin mi novio, prácticamente me alimenta en estos días, trato de concentrarme, de no desesperarme pero si sigo permitiendo esto entre nosotros sé que tendremos problemas y aunque sé que lo hace con las mejores intenciones al final todo termina mal.Y aquí voy, corriendo de nuevo entre la multitud para poder llegar a tiempo al almuerzo con Jason, por ahora es lo que tengo, poder verlo en esa parte del día y por una hora, máximo. Entro corriendo y lo veo sentado en "nuestra mesa" y digo "nuestra" porque este fue el primer lugar al que vinimos a comer después de conseguir su trabajo en nuestro primer día aquí, aun no entiendo cómo es que siempre consigue que esa mesa se encuentre desocupada para nosotros.
Camino hacia el con una sonrisa en los labios, al llegar dejo un beso en su mejilla, suelta una risa de inmediato poniéndose de pie para abrazarme, nos vimos por la mañana, pero su abrazo demuestra que parece que no nos hemos visto por días, acaricio sus mejillas con mis manos y dejo un pequeño beso en sus labios sonriéndole aun, tomo asiento a su lado quedándome entre sus brazos. - Pedí por ambos, hamburguesa con doble queso y soda de naranja. Así podremos tener más tiempo para hablar. - Menciona esperando que no me moleste lo que hizo, pero solo sonrío arrugando mi nariz negando. - Siempre haces lo mismo, sabes que no me molesta para nada y de igual manera siempre sabes mis gustos. - le respondo de manera inmediata.-Entonces, ¿Ya no has visto a la mujer misteriosa que se te quedó viendo el primer día que llegamos aquí? - Siempre hace lo mismo, creo que para Jason es divertido preguntar sobre eso, cuando le conté lo que pasó, se inquietó un poco pero ahora que no la he vuelto a ver lo toma a broma- ¿Qué? Eres preciosa, seguro le gustaste. Hasta yo no te hubiera quitado los ojos de encima- Soltó de nuevo llevando una papa a la boca.
-Si fuese tan preciosa seguramente más chicas me mirarían, pero no. Ya no hablemos de eso, me hace sentir muy incómoda - menciono sacándole la lengua y el me regresa una sonrisa.
-Vale, perdona. Se que no debemos burlarnos sobre este tipo de cosas, pero con tanto estrés. Lo siento. - Su disculpa es sincera, así que solamente le tomo de la mano para tranquilizarlo- Dime, ¿Qué harás saliendo de aquí? Si vas a la biblioteca, necesito unos libros- Busca en su chaqueta y saca un pedazo de papel la cual me entrega. - Espero puedas traerlos, con el trabajo no tengo tanto tiempo y tú, eres mi salvación.
-Sabes que lo haré, no hay que pedirlo. Haré mis trabajos ahí y así podré llevar los libros conmigo, ¿Está bien? Ahora, creo debes irte ya que es hora y apenas llegarás al trabajo - Él sonríe sacando el dinero de su cartera, lo deja en la mesa y me toma de la mano para así poder salir del lugar, me abraza ya fuera y me besa antes de irse.
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No me doy cuenta de la hora hasta que la encargada de la biblioteca me indica que está por cerrar, me limito a regresar los libros e ir en busca de los que Jason necesitará, apenas logro conseguirlos al igual uno que ocuparé, recojo todas mis cosas y salgo de ahí. Al llegar al departamento, dejo los libros sobre la cama de Jason para cuando regrese pueda realizar sus deberes. Voy al baño para tomar una rápida ducha, al salir me quedó en ropa interior en busca de un cereal para cenar, termino poniéndome un ligero pijama y voy a la mesa de estudio para terminar mi último trabajo del día.
Despierto un poco confundida, estoy recostada sobre la mesa ya que parece me quedé dormida terminando el trabajo. Me pongo de pie para organizar mis cosas, miró la hora Jason aún no llega y me preocupa, tomo mi teléfono para enviar un mensaje, pero me distraigo, unos ruidos llaman mi atención, es algo raro, pero aun así voy hacia ellos. Salgo de mi habitación notando la puerta de frente entre abierta, no me había tocado esto, quiero decir; Karla nuestra vecina y compañera de clases de Jason es alguien agradable y nos ayudaba muchísimo, también era discreta. Sabía que no tenía novio, pero creo que hoy decidió pasar la noche con alguien así que si yo pude escucharlos alguien más podría.
Me acerco a la puerta lo más sigilosa que puedo, estoy un poco inquieta porque mientras más escucho aquellos gemidos algo dentro de mí se siente extraño y no sé por qué. Tomo la cerradura tratando de hacer todo rápido pero, algo hace que mi rostro se levante y la veo.
No me refiero a Karla, mi corazón se paraliza, no puedo creer lo que veo. Mi vecina está en la cama con ella, la mujer de la cafetería, la que no había vuelto a ver en todo este tiempo; quiero salir corriendo de ahí e irme lejos, no sé qué me está pasando ya que mi cuerpo empieza a temblar, los gemidos retumban en mis oídos y eso no ayuda mucho. Ella parece darse cuenta de mi presencia ya que gira su rostro y volvemos a vernos, todo en mi cabeza empieza a girar, no sé si estoy por desmayarme, pero al final reacciono, ella me sonríe, es la misma sonrisa de aquel día que la conocí. De golpe cierro la puerta y regreso a mi habitación metiéndome a la cama intentando borrar aquella imagen de mi cabeza.

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Love me, please.
Historia CortaAlexandra tiene 17 años, está a punto de entrar a un lugar totalmente desconocido y lejos de casa. Tiene el apoyo de Jason, su novio y juntos esperan poder hacer lo que sus padres no pudieron, terminar la Universidad. Ambos son de bajos recursos p...