Enseñame a Vivir (Nicki Minaj & Drake)

Capítulo 8

-¡Drake!- Escuchó a Nicki gritar detrás suyo.
Había salido del edificio y iba a subirme a mi coche.
Ni siquiera había cogido el ascensor, había bajado las escaleras a una velocidad increíble.
Nicki vino corriendo detrás mía y me agarro del brazo fuertemente.
-Por favor Drake, escuchame.- Suplicó.
No tenia ganas de ponerme a gritar en medio de la calle y formar un espectáculo, así que respire fuertemente, intentando calmarme y la mire a los ojos.
Sus ojos oscuros eran preciosos, pero nunca los había visto así. Con miedo. Frágiles.
Siempre la había visto tan confiada, tan coqueta.
Y pensar que eso lo había echo un idiota me llenaba de rabia.
-¿Que quieres que escuche?- Acaricie su mejilla amoratonada. Ella cerro los ojos, algo mas calmada.
-No te preocupes.- Susurró.
-¿Que no me preocupe?- Me reí de manera frívola. -Te ha pegado. Tu marido, Nicki, te ha pegado.- Ella abrió los ojos y me miro con suplica.
Yo la mire decidido y aparto los ojos.
-¿Ahora vas a ser de esas que dicen "melomerecía"?- Me miro enfadada.
-No...- Murmuró.
-¿Entonces?-
Se quedo en silencio.
-Una parte de mi quiere que vayas y le pegues una paliza que le deje en el hospital...- Me miro a los ojos algo divertida.- Pero por otro lado...-Suspiró.- No sé que hacer. No lo soporto mas. Es demasiado celoso... Ha estado conmigo 12 años... No sabría como funcionar sin el. Me tendría que comprar otra casa.-
-Eh, tranquila.- La interrumpi por que ya se estaba adelantando a todo.-Primero, yo también quiero darle una paliza. Segundo, te puedes quedar en mi casa.- Ella me miro sorprendida.
-Gracias Drake.- Me miro agradecida.
-¿Donde vives? Iré yo a por tus cosas.- Ella me miro dudosa.
-¿Vas a pegarle?-
Me quede pensando.-Bueno...Puede que sí.-
Ella se apoyó en mi pecho.-Yo no te detendré.- Me reí.
-Eres rencorosa, ¿Eh?-
Ella se empezó a reír también.
Paso sus brazos por mi espalda y me abrazó.
Me sentía como en una nube.
Todo había sido tan rápido....
Y ahora ella se iba a quedar en mi casa..
-Toma.- Le di un pequeño papel con mi dirección y las llaves.-Coge un taxi y ve a mi casa.- Ella asintió.- Ahora dime donde vives tu.-
Me escribió la dirección en otro trozo de papel y le pedí un taxi.
-Cuidate.- Me dijo.
-Volveré pronto a casa.-
El taxi arrancó y me sentí bien al saber que ella ahora iba a estar segura.