One Shot (Diakko)

One Shot- 32 (Corrupta)

Advertencia: Esta historia contiene temas "delicados" que podrían no ser de su agrado. También me gustaría dar a conocer que este One Shot es el más largo que he escrito hasta el momento, teniendo un total de 44 mil palabras. Así que... esperó te pongas cómodo si estas decidido a leerlo después de saber lo primero.

Sin más que decir, disfrútalo.

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¿Cuántos años habían pasado desde aquella vez? Casi no lo recordaba. Creo que lo estaba comenzando a olvidar, pero había probabilidades de que estuviera engañándome a mí misma: porque una parte de mi sabía que, aún vivían en mis pensamientos esos momentos que destrozaron mi vida y la volvieron añicos. Ahora, ¿Había mejorado? Posiblemente, no me sentía frustrada, enojada, triste o desolada. Sin embargo, unos sentimientos que aumentaban cada vez más estaban matándome; no obstante, lograba deshacerme de ellos por... cierto tiempo. Unos días; pocas horas o minutos.

—Así está mejor. —Sonreí satisfecha admirando el moño en mi cabello.

Recientemente había estado dejando de hacerme preguntas acerca de mi estado, pero, aunque lo intentase era inevitable; a veces... no me interesaba en lo más mínimo como me sentía y cuando sucedía, simplemente lo pasaba con el sueño.

—¿Qué falta...? —susurré observando la peinadora. Segundos después suspiré resignada, al no recordar absolutamente nada de lo que posiblemente se me estaba quedando.

Seguidamente agarré las llaves de mi auto y casa, y abandoné mi habitación con prisa.

Tenía un trabajo al cual asistir, y seguramente llegaría tarde otra vez, sin embargo, agradecía que la jefa de ese lugar no me despidieras por mis llegadas tardías, ya que... era probable que le gustara de esa manera o... simplemente porque mi mejor amigo era dueño de la empresa. Y honestamente, si no fuera por él, no recibiría tan buen salario.

Suponía que debía estar agradecida por esa ayuda que me otorgó en un momento bastante pesado; no obstante, él no sabía que estaba pasando por aquel momento. Simplemente me ayudo sin más. Entonces... ¿Debería igualmente agradecerle? Aunque eso lo había hecho hace aproximadamente tres años atrás.

—¡Vamos! —dije con molestia al detenerme en otro semáforo rojo.

Mi vida... era sumamente aburrida. Y mis amigas... estaban empezando a entrometerse en ella. Cuando me hacían preguntas relacionada con mi familia o Japón, me incomoda, me ponía triste y me molestaba. Sin embargo, siempre fingía una sonrisa bastante creíble y saltaba el tema enseguida. «Tal vez por eso se están entrometiendo.»

Suspiré y apoyé mi mentón en el manubrio.

Mi pasado era algo que deseaba dejarlo en eso; pasado. No quería recordar lo que me hizo mal; lo que había hecho mal; y lo que dejé atrás. Admitía que fue inesperado que regresara a Londres cuatro años después de graduarme de Luna Nova, con la excusa de que había encontrado un mejor trabajo.

"Has cambiado."

Fueron sus primeras palabras. «¿Cambié tanto en cuatro años para que dijera eso? Tal vez...»

"Las personas cambiamos, ¿no es así?"

Les había respondido con simpleza y obviedad. La razón por la cual me invitaron a un restaurante común era obvia. Deseaban hablar conmigo respecto a lo que me "sucedía". Y honestamente, me molesto demasiado.

«¡Me encuentro bien! ¡No tengo nada malo! ¡¿Solo cambié?! ¡¿Eso es algo erróneo?! ¡¿Qué desean ellas exactamente?! ¿No ven que estoy feliz como soy?! ¡¿Qué esperan de mí?!» Era frustrante y aun lo seguía haciendo.