Capítulo 1. Garras

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Era la fecha, la fatídica fecha, del horroroso día, cuando su gran admiración, su luz, su gran poder, su ejemplo a seguir, su todo... Se marchó dejando un profundo vacío en su corazón, un oscuro sentir que ni él podía controlar. Un particular problema que debía ocultar y lágrimas que jamás derramará.

̶   Akutagawa

̶  ¿Sí?

̶  Acompáñame está noche, ya sabes que es lo que quiero

̶  Si, Chuuya-san. 

Era tradición de ambos, pues nadie conocía su dolor, absolutamente nadie podría saberlo, era de ellos, nadie más. Así que una vez al año se reunían, quejándose del pasado y anhelando que jamás se hubiera ido.

Así es, celebraban la partida de Osamu Dazai el ejecutivo más joven de la historia de la Port Mafia.

Chuuya acostumbraba comenzar con un brindis con sake, pues era el favorito de Dazai, luego pasaba a un vino tinto, continuaba con champagne y finalizaba con lo que quisiera, para aquellas rondas ya estaba bastante intoxicado como para pensar en que bebería y que no. Por su parte, su compañero de copas de aniversario, no soportaba bien el alcohol, con una pequeña copa de Sake ya estaba borracho y para cuando tomo el vino tinto no estaba en sus cabales.

Pasaron la noche bebiendo, riendo y llorando, maldiciendo y quejándose. Así era aquella noche, aquella que solo se cumplía una vez al año, durante los últimos cuatro años.

Akutagawa iba sosteniéndose de la pared, arrastraba sus pies al caminar, tapaba su boca cada que podía pues estaba a punto de vomitar. Las luces de los autos en la pista le daban más nauseas, pero eso era lo que necesitaba para llegar a casa. Su tos le hizo tirarse al suelo, su respiración le fallaba, cuando una mano cálida toco su hombro, alzo la mirada. – señor ¿está bi...een? ¡¿Akutagawa?!

̶ Jinko – le llamo con desprecio y asco proveniente de sus entrañas

Hizo una zancada queriendo vomitar, Atsushi sostuvo sus hombros – t-te llevaré a un bote de basura

̶ Suéltame maldito animal – decía molesto pero su cuerpo no le respondía, Atsushi ya lo llevaba consigo a un bote de basura

̶ Aquí, vomita

̶ No pienso vomitar

̶ Vomita, te sentirás mejor y

El azabache le dio una cachetada al albino - ¡todo esto es tu culpa! – el albino tomo de los hombros al azabache y lo inclino

̶ ¡vomita! – grito molesto

̶ ¡suéltame!

̶ ¡no hasta que vomites!

Akutagawa le dio un puñetazo a Atsushi, está vez el agente no pudo con ello y le jalo el cabello, el mafioso hizo lo mismo y poco a poco comenzaron a golpearse el uno al otro. Dieron media vuelta en el suelo y Akutagawa vomito a un lado. Atsushi saco la lengua por asco y el mafioso fue por él - ¡te lo comerás!

̶ ¡SUELTAME!

Habían vuelto a pelear mano a mano, Rashomon contra Tigre, ¿Por qué? Bueno, específicamente ese día Akutagawa estaba más molesto de ver al albino, y fue un completo error ofrecer su ayuda. Atsushi desde hace un rato ya había optado por huir del mafioso pero el perro silencioso no lo dejaba ir.

Por la mente del menor volaban mil y un dudas, es decir, si, estaba golpeándolo pero no lo suficiente para lastimarlo gravemente, es como si simplemente necesitará un saco de boxeo y lo había encontrado en su cuerpo.

Amor a primera Cog...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora