Los rugidos del viento son más potentes que mis gritos.
Y•D🔥🌿🍂🌱🍂🌿
Esas miradas de odio le molestan, mientras por primera vez desde que llegó esta solo en la mesa de almuerzo, con su libro al frente y solo una bebida a su lado.
Nota como algunas chicas y chicos se sientan para intimidarlo.
Deja de ver los párrafos de su lectura, arquea la ceja sin comprender que sucede con ellos.
---Eres atractivo, tranquilo y débil al lado de Emilio.
Esa chica toma una porción de su comida sin su permiso, lo mira con reto y provocación.
---Pero eres agresor, un maldito chico con complejos de boxeador. La pregunta es, ¿por qué solo cuando no está Emilio?
Una sonrisa curva su labios, mientras su mano toma un pedazo de comida y lo lleva a la boca para ignorar lo que acaban de decir, seguir concentrado en su lectura.
Las miradas siguen en su persona, algunos parecen molestos y en lo personal sabe que hay una trampa si hace algún movimiento en falso.
---Vamos Joaquín, demuestra lo que haces. ---Uno le reta.
Le jalan su libro, miran la portada y ríen ante el contenido para verlo con incredulidad. Lo siguiente para hacer que las chicas también tomen comida y se lo arrojen a sus prendas.
---Oh, como Emilio es probable que llegue. ¿Serás el débil verdad?
---Vamos cerdito, llora por atención. Llora y pide que tu superhéroe llegue a tiempo.
Y ahí está, unos de los aprendizajes que ha tenido que obtener con el tiempo. Es que los abusivos tratan de hacerte quedar como burla o al menos provocar que los cercanos a tí se alejen.
Suelta un bufido, aprieta sus labios. El dolor que se provoca a sí mismo provoca el cosquilleo en su nariz y las lágrimas bajan de forma rápida.
Suelta su labio herido, hace ruido fingido de que va a llorar y antes de que las burlas lleguen. Escucha el momento exacto de alguien apartando a las personas que lo molestan.
---¿Minnie? ---Levanta su rostro, el mismo que parece de un joven con autoestima herida.
Emilio se acerca, lo abraza ocultando el rostro en su hombro y da palmadas leves en la espalda para calmarlo.
---¿No les da vergüenza molestar?, si alguno de ustedes molesta a Joaquín de nuevo. Yo me encargo de enviarlos al hospital con heridas graves.
Los chicos retroceden, bufan enojados y de alejan sin obtener lo que quieren. Que Emilio se dé cuenta de la verdad, de al menos la personalidad que Joaquín esconde.
Joaquín sonríe, salirse con la suya es parte de su vida. Y estar acostumbrado al maltrato en su familia es causa inicial de saber cómo comportarse en momentos indicados.
---Hyung...
---Esta bien, ellos no te volverán a molestar.
---Lo sé, gracias ---Susurra dejando un beso en la mejilla del mayor.
Desde aquel beso y casi algo más que pasó hace días, llamarlo con cariño es normal. A su parte buena le sirve que Emilio sea respetado por su moral.
Cierra los ojos y respirar profundo dejando su cabeza sobre el hombro de Emilio, quien toma sus manos y pasa el resto de la hora del almuerzo a su lado.
---¡Espera!, prometo que en diez minutos estaré contigo. ---Le grita Emilio sonriendo para girar y regresar al Instituto.
Joaquín se queda quieto, esperando cerca de la puerta de salida. Jugando con su cabello y abriendo su libro para volver a retomar la lectura, lame su labio.
Esa tranquilidad le gusta, el problema de verdad llega justamente al ver a tres chicos y dos mujeres acercarse con enojo. Se endereza, guarda el separador y memoriza el número de la página.
---Eres muy listo, hay que reconocerlo. Engañaste de modo perfecto a Emilio. ---La chica dice sacando de su mochila un teléfono para empezar a grabar.
---No sé de que hablan, ¿me pueden dejar solo?, por favor. Sufro de ansiedad. ---Dice con esa voz de miedo.
---Vamos Joaquín, no está Emilio. Ya puedes defenderte.
Cierra su libro, suspira. Mete el libro entre su brazo y cruza los mismos para sonreír. Porque todo está bien, es más fuerte que los abusivos. Es mejor que esos niños ricos.
---¿Por qué me siguen?, ¿se están dando cuenta de que caen en esa trampa de tomarlo personal? ---Dice.
---Tú golpeaste a mi mejor amiga sin importar que fuera una mujer.
---No, no lo hice. Los animales no son mujeres, las actitudes demuestran lo que eres.---Mira sobre las personas, Emilio aún no vuelve.
---Es tu turno de pagar por lo que hiciste, Joaquín Bondoni.
Lo sujetan con fuerza, puede ver como la chica lo graba. Y en un movimiento rápido patea el teléfono provocando que caiga y la pantalla de estrelle.
Con su libro le suelta un golpe en la cabeza a los dos chicos y lo suelta tomando el brazo de uno de ellos para realizarle una llave. Apretando con la fuerza necesaria para tronarlo.
---Levanta el teléfono y serás la siguiente.
La advertencia parece poner a prueba a la chica, que corre a tomarlo y grabarlo.
---Te lo dije. ---empuja al chico hacia el piso, dándole un buen golpe contra su rostro.
Lo suelta y le arrebata el teléfono para meterlo en su bolsillo, la mira. Ella tiembla, esta tan asustada que no puede decir nada.
---No soy nunca compasivo, pero esta vez puedes irte. A la próxima, olvidaré que eres mujer. Y que tienes miedo.
---M-Maldito... ---La chica corre, el hombre que desde el suelo le habla recibe una patada en su torso.
---Shhh, de supone que yo soy el inofensivo. ---Le susurra al oído.
Con las energías que aún tiene se encarga de tomar sus cosas y salir del Instituto. Al menos hasta el otro lado de la calle en una de las bancas cercanas.
El único rasguño que tiene le arde, ya tendrá tiempo en casa para vendarlo y por suerte evitar las discusiones de sus padres.
Esto es mío, un secreto tan mío que puede lastimarme.
LyzOrtega15
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Doble Cara/Adaptación
FanfictionEn un Instituto lleno de abusivos es fácil encontrar una víctima nueva, más cuando este es alumno de intercambio. Que triste, es que no sepan que meterse con ese pequeño chico sería el final de sus vidas, probablemente quien se saldría con la suya y...