Lo Dicho En Las Glosas [II]

68 1 0
                                    

Interminable como el brío del Viento

Imparable como el furor de la Tormenta

Imperioso como la extravagancia de la Voz

.

El Clan del Viento era una familia.

Todos en el Clan se consideraban así. Era un orgullo pertenecer al Clan del Viento- más que una nacionalidad, más que sangre, más que un apellido.

Muchos abandonaban sus apellidos al llegar al Clan, incluso los pocos que lo conservaban, terminaban sin usarlos realmente. Las personas se reconocían por su nombre o su oficio, por alguna característica muy única, o alguna hazaña.

Evelyn, desde muy joven, fue conocida como Evelyn De La Voz.

Cuando era niña le contaron, en secreto, que la fundadora del Clan había sufrido al transformarse en iateger y había perdido la mayor parte de su identidad después. Para consolarla, el Clan la había llamado "Agne" -una palabra hecha con retazos de su antiguo nombre, cuyo significado fue perdido en el tiempo- y el apellido de "Viento" como su magia.

Agne Del Viento pasó tanto tiempo siendo Del Viento que, en algún punto, también dejó de ser Agne.

(Nadie le prestó atención a eso, realmente. La gente del Clan podía decir Viento como a ella le decían Voz y ella voltearía con incluso más naturalidad que si dijeran Evelyn a su espalda. Sólo sus amigos usaban su nombre para referirse a ella a veces, causaba confusión con las personas que no la conocían personalmente.)



Así que cuando El Aprendiz Del Viento llegó, diciendo Agne y Sigourney con naturalidad, la mirada de todos estuvo sobre él de inmediato.

El Aprendiz Del Viento era un niño a penas menor que la propia Evelyn, cabello negro, piel bronceada por el entrenamiento y ojos grises. Él era raro- Pero siempre era extraño conocer personas externas al Clan. No es que él fuera raro en sí mismo, sino que era tan raro en general darse cuenta de que la normalidad para ellos no era la misma que para el resto del mundo.

En su primera visita, él miró con extrañeza las ropas que le fueron ofrecidas, pero agradeció por la tela; miró inseguro cuando no se le ofrecieron zapatos, pero caminó como todos; y se presentó como Evan Johansen cada vez, sin que nadie entendiera quién se suponía que debía de ser.

—¿Y de quién eres, jovencito? —recuerda haber escuchado a una bruja dirigirse al Aprendiz. Él inclinó la cabeza respetuosamente ante la anciana, pero sus cejas se juntaron en algo confuso.

—¿De... quién? ¿Hijo de Johan? —preguntó, pareciendo como si estuviera tratando de resolver un rompecabezas especialmente complejo.

—No —la bruja le dio un tironcito al cabello, sonriendo— Tu título.

Él tardó unos segundos más en resolverlo antes de levantar la cabeza. —¡Oh! Aprendiz Del Viento.

Lo bruja dio una sonrisa encantada. —¡Oh! ¡Otro Del Viento! ¡Qué maravilla! La Maga actual es todo un orgullo y qué decir de nuestra estimada Viento. Trabaja duro, muchacho.

Evan correspondió la sonrisa mínimamente. —Sigourney es increíble en lo que hace y Agne es la mejor maestra —concedió. La bruja entrecerró los ojos en su dirección, contemplando el uso de los nombres.

—Son cercanos.

—Eh... Uhh- Bueno, son mis maestras.

—Sí, pero son cercanos.

AcaecimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora