Conflictos

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— ¡Puedes irte a la mierda Lee Je No! ¡Maldito hijo de puta!

Los gritos de Jaemin se hacían escuchar aún por encima de la música de la gran fiesta. Muchos voltearon a ver hacia las escaleras donde el pelirrojo estaba bajando seguido por un molesto rubio que parecía listo como para saltarle al cuello. Jeno se veía realmente aburrido escuchando sus gritos tan innecesarios. Fue tomado por sorpresa cuando un pequeño jarrón se estrelló en la pared muy cerca de su cara. Negó rápidamente con su cabeza antes de seguir bajando los peldaños. Si se detenía iba a ser peor, si el rubio llegaba a poner sus manos sobre él se volvería un total desastre.

El mayor estaba sujetando su camiseta en una de sus manos, no había llegado a abrochar siquiera sus pantalones pues si no salía rápidamente de la habitación, Jaemin iba a matar a la chica en la cama. Sabía cuan agresivo podía ponerse cuando le encontraba con alguien mas, era adorable ver su rostro enrojecido por la furia aunque cuando se ponía como en ese momento, a arrojarle cosas, podía volverse algo peligroso. Tenía una pequeña cicatriz en su brazo derecho que lo comprobaba, nunca había creído que un portaretatro pudiera lastimarle pero vaya que dolía.

La pobre chica estaba saliendo del cuarto con el rostro pálido y sosteniendo su vestido a medio poner sin entender mucho lo que estaba sucediendo. Jeno no recordaba bien su nombre, algo con Shu pero no le había importando realmente, estaba mas concentrado en otras partes de ella mientras hablaba cuando se sentó a su lado en la fiesta. Era evidentemente extranjera y apenas hablaba el idioma. Ella debía de haber sido transferida hace poco y estaba seguro que era la única razón por la cual había accedido a subir a las habitaciones o a hacerlo tan rápido en realidad. Muy pocos se atreverían a meterse con él debido al temor por las represalias de Jaemin. Este había demostrado muy bien como sabia pelear contra algunas mujeres y hombres en el proceso de su relación. Era como una especie de gatito agresivo. La gente de la universidad solía alejarse y tomar su distancia. Preferían no verse involucrados en problemas con su pareja.

Suspiró en el momento en que llegó al final de las escaleras, al menos ya no caería por ellas o sería tirado por estas debido al chico que le seguía. Llevó sus manos a sus pantalones para poder abrochárselos pero fue fuertemente empujado, nada nuevo. Trastabillo sobre sus pies unos segundos antes de estabilizarse nuevamente.

No le hacia falta a Jeno girarse para saber que todos estaban viendo en su dirección. Siempre era igual, siempre el mismo teatro público. Ya no le molestaba, con el tiempo se acostumbró a escuchar los gritos de Jaemin en cualquier sitio, incluso en medio de la universidad. También habían un par de sus videos rondando por el alumnado y no todos ellos eran necesariamente de sus peleas, solían ser muy públicos en muchas cosas. Oh claro que si, ambos eran unas extrañas celebridades entre el resto de los universitarios. Casi todos conocían sus nombres y caras. La gente parecía amar meterse en sus vidas y su relación, siempre estaban hablando de ellos. Material para hacerlo sencillamente no les faltaba. Ellos otorgaban demasiado, todo el tiempo. Justo como en ese momento.

Sin embargo ese día, especialmente ese día estaba de un humor realmente terrible.

Los gritos de Jaemin eran realmente molestos, sus insultos en medio de todas las personas estaban cansándole. Siempre igual, siempre tan repetitivo. Conocía a la a perfección cada palabra que iba a salir de la bonita boca de su novio. Cada ofensa ya la conocía.

— ¡¿Ni siquiera te atreves a verme a la cara infeliz?!

Las uñas de Jaemin se clavaron en su hombro y le giraron con fuerza. Jeno rodó sus ojos mientras le miraba. El rubio estaba frente a él, con la respiración agitada, las manos hechas un puño y su boca fruncida de manera hermosa. Joder, se veía tan bien cada vez que se molestaba de esa manera. No debería de ser legal el brillo de sus ojos enardecidos. Eran cosas que le dificultaban mantener la concentración y seguir el hilo de sus pensamientos.

Blue Rose. NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora