00. ¿Hijos?

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- Shizun, ¿alguna vez pensaste en.. tener un hijo?

Cuando Shen Qingqiu escuchó aquello, miró a su discípulo, quien a su vez miraba en dirección a una pareja de campesinos.

Esa mañana, Shen Qingqiu había querido tomar un poco de aire, y daba la casualidad que Binghe estaba por partir al mercado en busca de algunos ingredientes para la cena. Por lo tanto, ambos decidieron ir al pueblo más cercano, y posteriormente en su camino de regreso, Luo Binghe se detuvo al ver una escena que al parecer llamó demasiado su atención.

Había una joven pareja a la distancia, la mujer tenía en brazos a un niño pequeño, quizá de no más de un año. Estos dos sonreían abiertamente al hombre delante de ellos, aparentemente el esposo de la mujer y padre del niño, quien presentaba ante ellos un nuevo juguete.

Era la viva imagen de la felicidad de un matrimonio joven, lleno de amor y seguros de sus decisiones.

Sin embargo, cuando Shen Qingqiu leyó mejor la expresión de su discípulo, el temor se arremolinó en su estómago como lava fría, pues en aquella expresión yacía el anhelo.

- Shizun.. nosotros somos.. somos una pareja casada, tal vez, algún día podamos... - Luo Binghe le miró entonces, sin saber como expresarse y no espantar a su maestro.- Tener un hij..

- No.

Shen Qingqiu fue tajante en su respuesta, mientras que el Luo Binghe a su lado lo miró sorprendido, mientras los ojos se le enrojecían.

- Shizun..- Comenzó, pero Shen Qingqiu ya le había dado la espalda, negándose a ser chantajeado emocionalmente.

Luo Binghe, ése niño.. ¿cómo se le había ocurrido si quiera preguntarle eso?

Shen Qingqiu jamás había considerado tener hijos, y definitivamente no iba a adoptar uno con Luo Binghe.

¿Qué haría con dos niños llorones? Además, dado los antecedentes de su apreciado discípulo, no tardaría en ponerse celoso del pequeño y regresarlo el mismo día.

Por lo tanto, era ridículo que le estuviera preguntando.

Mientras tanto, Luo Binghe le siguió de regreso con el ceño ligeramente fruncido en señal de frustración.

Tal como un niño malcriado. Se dijo Shen Qingqiu, sabiendo que, tendría que sacarle esa idea de la cabeza antes de que se ilusionara demasiado.

demon seed © Bingqiu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora