— Duele ¿Verdad?Deslizó su diminuta mano abarcando toda la mejilla de su acompañante, acariciándola con tal delicadeza como si de un pétalo se tratara. Segundos transcurrieron y la humedad de las lágrimas se mezclaban con el sudor; habían recorrido media ciudad escapando, esquivando policías y gente adulta que por alguna razón, intentaba atraparlos.
Les harían daño otra vez, debían huir.
El pequeño rubio de ojos océano alejó su brazo del otro niño, el cual aún sollozando, se permitió descanzar en el frío suelo de aquella casa de lamentable estado. Habían entrado por una ventana rota con la esperanza de no encontrarse con el dueño, al parecer el universo se apiadó de sus lastimados corazones, permitiéndoles darse un respiro en el sitio. Observó con atención el aspecto del contrario; una pequeña y descuidada cresta rubia, junto a unos ojos bicolores que le habían cautivado a penas hizo contacto visual por primera vez.
— Hey, deja de llorar... — Instalándose a su lado en el suelo del lugar, miró a una vieja televisión que aún se encontraba en funcionamiento, mostrando nada menos que a los nuevos héroes en el top. Dirigió su índice a esta, llamando la atención del otro infante.— Mira, seremos como ellos cuando grandes, y nunca nadie nos volverá a lastimar.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo, siempre juntos.
Un fuerte dolor en su nuca le hizo llevar una mano a la zona, había impactado contra el suelo brutalmente. Sus huesos dolían y los músculos pesaban más de normal.
¿Por qué recordaba ese momento junto ahora?
Abrió uno de sus ojos, quejándose por la excesiva luminosidad del lugar, logrando enfocar su vista segundos después y reconocer dos caras mirándole con distintas expresiones; una muy preocupada, y la otra con cierta burla.
— ¿Fuí muy brusco, Gustabín? — Ahí estaba esa sonrisa ladina, Jack le observaba desde arriba con una odioso gesto, orgulloso de su victoria.— Por favor, fueron sólo unos cuantos balines, esperaba más de tí.
— Gustabo... — Horacio, con su delineador levemente torcido debido al entrenamiento, pero aún así radiante, le miraba con preocupación a la vez que mantenía una mano extendida hacia él. Observado más de cerca, sus dedos tenían una pequeña capa de hielo cubriéndolos, clara señal de que se encontraba entrenando con Volkov.— Quizás debas descanzar, la profesora entenderá.
Apartó la mano de su amigo con cierta fuerza pero no la suficiente como para dañarle, reincorporándose por su cuenta. — Y tú deberías calentarte, atravesar los portales del rusito te congelará hasta los huesos.— Un dolor en su estómago se hizo presente al notar el sonrojo de su amigo de la infancia, avergonzado por la mención del ruso. No era secreto de que Gustabo y Volkov no mantenían una relación amistosa.
— ¿Qué te pasa? ¿Pogo no quiere trabajar hoy o qué? — Nuevamente dirigió su vista en dirección a Conway, quién parecía molesto repentinamente sin razón, nada nuevo.— Esperé un ataque antes de dispararte y ni siquiera conseguiste sacar tus garras.
Y tenía razón, se encontraban practicando en el gimnasio de UA en parejas, si embargo, había fallado al intentar activar su quirk, su ente no hizo acto de presencia. Suspiró, decidiendo no seguirle las burlas al viejo y dando media vuelta para salir del sitio. Al dar una última mirada pudo notar como el último se unía a las prácticas junto a Michelle, la estudiante ''Perfecta'' según toda la escuela y a Horacio volviendo con Viktor, pero entablando una conversación en lugar de comenzar a batallar.
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• Plus Ultra || BNHA X INFAMES RP AU •
FanfictionEn un mundo de constante movimiento, el aleteo de una mariposa o un sutíl pestañeo parecieran marcar el final de una era, un trayecto, un cambio hacia el futuro. El tiempo avanza, nuevas generaciones de héroes aparecen, trayendo consigo nuevas almas...