S̸t̸o̸p̸ , S̸t̸o̸p̸ ! 𝗡.𝗙𝗿𝗲𝗱𝗯𝗲𝗮𝗿 𝘅 𝗡𝗶𝗴𝗵𝘁𝗺𝗮𝗿𝗲. 𝗔𝗨

𝗦𝘁𝗼𝗽 𝘀𝘁𝗼𝗽 ! 2

Ya eran las 12:00AM
Los modelos Nightmare ya estaban listos para intentar asustar al pequeño niño.
Uno de ellos estaba listo para charlar y darle consejos al pequeño.
De paso los dos se desahogan llorando y contando todo lo malo que le pasó en el día.
Dos modelos Nightmare femeninos sabían que el oso dorado tramaba algo.
De hecho, el es algo difícil de pasar la noche, ya hubiera asustado al niño.
Pero aún no puede, eso le llama la atención a las dos chicas.
Esta noche Fredbear no iba a estar solo.

4:00AM, Fredbear ya había entrado al armario del niño.
Obviamente este se acercó felizmente a ver a su nuevo amigo.

- Hola niño.. ¿Cómo estás?.

Así empezó una conversación entre los dos, algunas risillas salían de parte de estos.
Las dos femeninas se asomaron en una de las puertas
haciendo el menos ruido posible.
Se quedaron shockeadas con lo que vieron.
FredBear abrazando a aquel niño que tenían que asustar todas las noches.

Esto no se iba a quedar así,
Las dos chicas se retiraron y fueron a avisarle al jefe lo que vieron sus ojos.

6:00AM

FredBear se fue de allí con una sonrisa
Se había divertido, era la primera vez que siente esta emoción de alegría.
Cuando llegó con los demás modelos, ellos lo vieron con odio y frialdad.
Esto era algo normal para el oso dorado,
literalmente no le interesa.
El jefe de los Nightmares apareció demasiado molesto.
El dorado solo lo ignoró y de dirigió a su habitación para dormir un rato.
Se acostó y abrazó a su peluche, mientras miraba la pared y se hacía un bollito.
Su jefe no durmió hoy con el, le pareció extraño pero tenía más espacio en la cama.

Así terminó la noche.

       °      

4:00AM de la siguiente noche.
Fredbear ya estaba en el armario, estaba apunto de darle una señal al niño que ya estaba ahí.
Pero algo lo interrumpió, unas grandes manos taparon su boca y lo jalaron hacia atrás.
Era Nightmare se veía molesto.
Esto puso nervioso al dorado, más estaba sentado en el regazo del mayor.

- ¿ Ni-Nightmare? ?.

Dijo susurrando lo más bajo posible.
El otro no le hizo caso, tan solo le puso tres dedos en la boca
Haciendo que el menor soltara jadeos.
El mayor empezó a manosear la entre-pierna del dorado, haciendo que el ya nombrado soltara quejidos y algunos bajos gemidos.