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Y entonces, Delilah se dejó pensar.

No sobreprensar, porque esa siempre había sido su debilidad, si no pensar, en paz, tranquila, ella sola, tomando en cuenta sus sentimientos y deseos, sin importarle las opiniones o prejuicios de los demás.

Y llegó a una decisión.


-Hola, ¿podemos hablar?- preguntó Delilah nerviosa

Habían pasado exactamente tres semanas desde la última vez que Harry y Delilah habían cruzado palabra, por lo cual, fue una sorpresa para todos cuando ella se acercó a la mesa de Gryffindor aquella mañana.

Harry sintió como el corazón le llegaba a la garganta, lo único bueno que podía sacar de haber dejado de hablar con ella, era que no tenía que preocuparse en como iba a actuar con ella ahora, desde aquel día en el aula con el profesor Lupin, Harry no había podido dejar de pensar en cada interacción que había tenido con ella.

Todo ese tiempo, todos esos celos y preocupaciones, los cariños y miradas, todo ese tiempo, él había querido ocultarlo con un sentimiento de familia, cuando la verdad era, que desde que eran niños, él la había querido.

Pero ahora que él lo sabía, había algo que dejaba de saber: como actuar alrededor de ella.

El simple hecho de que Harry quiso decirle que estaba confundido sobre lo que sentía por ella, la alejo, no quería ni imaginarse lo que esta confesión podría causar para ellos.

-Sí, seguro, claro, está bien, me parece, por supuesto, sí...- empezó a decir rápidamente, Hermione le dio un codazo para que se callara.

-Perfecto ¿Te parece después de clases? ¿A las 3? -preguntó ella pero a la hora que ella dijera, Harry le diría que sí

Harry se limitó a asentir con la cabeza para no decir otra estupidez, Delilah le sonrió con una mueca y se fue.

Esperaron unos segundos hasta que Delilah estuviera lo suficientemente lejos para no escuchar.

-¡Me va a dar un ataque!- gritó Harry en pánico

Ron y Hermione rápidamente se acercaron para calmarlo.



Delilah llegó a su mesa y se sentó, sus amigos la estaban esperando animados, felicitándola y apoyándola.

-Bien hecho Delilah, falta uno- dijo Hannah mirando a la mesa de Slytherin.

-Draco es quien más me preocupa- dijo ella con miedo- ¿Qué tal si me trata mal o simplemente ya no quiere saber nada de mí?- quiso voltear a verlo pero se arrepintió

-Si te llegará a tratar mal, lo matamos- sonrió con inocencia Susan

Todos la miraron sorprendidos, la verdad era que Susan podría lucir la más tierna de todos, pero era la más letal.

-Ooookay- dijo Hannah viendo a su amiga- Ignora aquí a la psicópata, pero en serio, si te trata mal, grita y lo golpeamos- aseguró ella

-De acuerdo- Delilah se levantó de la mesa y respiro hondo- Deséenme suerte - suspiro

Los tres le sonrieron y levantaron sus pulgares, apoyando a su amiga.



Draco estaba en la mesa de Slytherin, terminando de desayunar, a su lado Crabbe y Goyle jugaban lanzándose comida y él sólo volteo los ojos intentando ignorarlos.

Por enfrente de él sintió que alguien se acercó, pero estaba muy ocupado metiéndose un pedazo de pan a la boca para importarle.

-¿Qué?- preguntó molesto cuando la persona no se fue, levantó su mirada y de la sorpresa casi se atraganta con su pan, haciendo que empezara a toser.

Delilah lo miro preocupado, sin saber si ayudar o quedarse en su lugar, después de unos segundos Draco tragó el resto de su pan y dejo de toser

-¿Estás bien?- le preguntó ella consternada

Draco sólo se le quedó viendo y asintió.

-Hola- dijo ahora avergonzado por lo que había pasado

-Hola- sonrió ella con ternura- Quería...-se detuvo, tomando valor-¿Quería saber si podíamos hablar hoy?- termino

Draco se quedó callado, quería hablar, quería hablarle, desde hace semanas esperaba este momento en el que finalmente las cosas volvieran a la normalidad, pero desde su plática con Susan, se había dado cuenta de que Delilah era demasiado tierna y merecía mucho más para estar con alguien con él, sin embargo, sentía que esa no era su decisión, ella debía tomarla.

-Seguro- contestó nervioso

-¿Te parece hoy a las 3?- sugirió ella

Draco asintió sin poder verla a los ojos, Delilah quiso decir más pero prefirió irse. Draco dejo caer su cabeza en la mesa mientras se arrepentía de como había llevado la situación.

¿Hablar? Okay, pero ¿Hablar de qué? ¿Quería terminar oficialmente cualquier amistad que llegaron a tener? ¿Se quería disculpar? ¿Quería que él se disculpará? No lo sabía y no sabía si quería saberlo.


Mientras Delilah regresaba a su mesa, se dejó tranquilizar, la parte fácil ya había sido completada, lo difícil sería después, a las tres de la tarde, cuando hablaría con ambos chicos al mismo tiempo.

Delilah Jolet- 1 (Harry Potter & Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora