apocalipsis zombie bts y tu TEMPORADA 2

cap 27 : laboratorio

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¡Para una mejor experiencia, reproduce “Black Swan” de BTS al comenzar este capítulo! Si la música termina antes de que termines de leer, vuelve a ponerla. Esta escena merece sentirse.
Capítulo dedicado a: CoraliKristelPanuera.

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—Qué desagradable… —murmuró Namjoon, el asco impregnando su voz.

—Volvamos al auto —ordenó Jin, sin despegar la mirada de la montaña de cuerpos infectados apilados como basura bajo el cartel:
“Solo el poder gobernará.”

(...)

—Creo que ahí es —dijo Ellie, su voz rota por la tensión contenida.

Desde una colina desierta, observábamos el laboratorio. Estaba completamente rodeado de infectados. A través de las ventanas, las esporas danzaban en el aire como polvo de muerte.

—La entrada será difícil —dijo Jungkook, frunciendo el ceño.

—Entraremos por las alcantarillas —afirmó Ellie con decisión.

—¿Y qué? ¿Luego subiremos por el inodoro? —comentó Yoongi con su sarcasmo habitual, intentando aliviar la presión. Nadie rió.

—La red de drenaje lleva directo a la parte trasera del laboratorio. Desde ahí, podemos acceder al sistema de ventilación —explicó Ellie, sacando un viejo mapa arrugado de su mochila.

(...)

—Mierda… esto apesta —gruñó Yoongi al entrar en la alcantarilla.

—Pónganse las mascarillas —ordenó Namjoon. El hedor era insoportable, el aire pesado. Ratas chillaban y el agua pútrida cubría hasta los tobillos.

Tomé la mano de Taehyung. No podía perderme. No en este infierno.

—Por aquí —indicó Ellie, apuntando al segundo túnel. El pasadizo se estrechaba tanto que tuvimos que avanzar en fila india, arrastrándonos, como alimañas. Pero aún así no solté la mano de Tae.

—Tenemos que subir —dijo Jin, y junto a Jungkook forzaron la compuerta de acceso. Al fin, la luz gris del exterior se coló por la abertura.

—Parece despejado —susurró Nam. Uno a uno, nos ayudó a salir. Estábamos cubiertos de lodo, pero vivos.

—Ahora, por la ventilación —indicó Ellie.

—Nosotros no cabemos —dijo Nam, evaluando el estrecho ducto.

—Iremos nosotras —me ofrecí sin dudar.

—Yo también —dijo Jimin con firmeza.

—Y yo —agregó Yoongi.

Ellie les entregó el mapa a los demás. —Traten de abrir la entrada trasera. Los esperamos adentro.

Jimin subió primero. Ellie, yo, y por último Suga nos deslizamos por el ducto. Era oscuro, estrecho, sofocante.

—Vaya vista tienes, Yoongi —bromeé, intentando aliviar la tensión.

—No tanta como Ellie —bromeó Jimin.

La risa fue breve, nerviosa. La adrenalina lo impregnaba todo.

—Es aquí —dijo Ellie.

Jimin observó por la rejilla. —Atrás —ordenó. Giró su cuerpo y con una patada hizo caer la tapa.

Bajó primero.
Un gruñido.
Un infectado emergió de las sombras, tomándolo por los hombros.

—¡JIMIN! —gritó Ellie, bajando de golpe y aplastando la cabeza del infectado con la culata del rifle. El cuerpo cayó, inerte, y Jimin remató con su cuchillo.

—Gracias… —murmuró él, jadeante.

—Esta es el área de cocina —dijo Ellie, al ver el lugar cubierto de esporas. El aire era espeso, venenoso.

—Tengan cuidado con sus mascarillas —advirtió Yoongi.

No había infectados… al menos no activos.

—La oficina debería estar tras esa puerta —señaló Ellie, apuntando a una pared cubierta por esporas.

—¿Y si las tocamos nos infectamos? —preguntaste, mirando con recelo.

—No vamos a arriesgarnos. Pateémoslas. —Ellie lideró la limpieza.

Tras liberar la puerta, nos apuntaron con armas.

—¡MIERDA! —exclamó Yoongi, alzando la suya, hasta que reconocimos a los demás.

—Qué susto —dijo Hoseok.

Nos adentramos en el corazón del laboratorio. Más profundo. Más oscuro. Más muerte.

—Ajusten sus mascarillas. Las esporas están por todas partes —advertí.

Taehyung volvió a tomar mi mano. Su agarre era fuerte, tembloroso.

Los sonidos llegaron primero: chasquidos.
Los infectados.

—Oh mierda… ¡ABAJO! —gritó Jin.

Una trampa explotó.
El caos comenzó.

—¡NO SE SEPAREN! —rugió Ellie.

Corrimos. El aire vibraba con gritos, disparos, el chirrido infernal de los infectados.

Tae me empujaba por delante para no perderme, mientras los demás nos cubrían entre sí.

—¡Ahí! —gritó Ellie, apuntando a una puerta.

—¡NO SE ABRE! —gritó Hoseok, desesperado.

Los infectados nos cercaban, como hienas hambrientas.

—¡POR LA VENTILACIÓN! —grité. Formamos un círculo, protegiéndonos las espaldas. Nam ayudaba a Ellie a subir cuando—

—¡ATAPARON A NAMJOON! —gritó Jin.

El líder forcejeaba. La mandíbula del infectado estaba a centímetros de su cuello.

—¡NO TE MUEVAS! —ordenó Jimin, temblando.

Jungkook apuntaba, pero las balas no daban en el blanco. El miedo lo paralizaba.

—¡AGÁCHATE! —grité a Namjoon. Sin pensarlo, disparé.
Bum.
La bala atravesó la cabeza del infectado. La sangre salpicó la pared.

—¡ENTREN AHORA! —gritó Ellie, abriendo por fin la puerta.

No sabíamos si lograríamos salir todos con vida.

Pero lo que sí sabíamos…
es que aquí comenzaba el verdadero infierno.

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