Navidad (miritama)

parte 8 (final)

Diciembre, el 24 º

9.41 p.m.

El viaje en tren fue ... terriblemente silencioso.

Después de esperar en la estación durante unos 10 minutos, Mirio logró subir a bordo del tren de las 9:30 a la parte de la ciudad de Nejire. El conductor anunció que llegarán en unos 20 minutos, tiempo suficiente para dirigirse a la casa de Nejire antes de que comience el especial. Sentado en el costado del tren, con una bolsa de rollos de canela todavía calientes en su regazo, Mirio mira por la ventana para ver los oscuros túneles subterráneos moviéndose muy rápidamente. Al menos esto es mejor que viajar en el auto de Bakugou, bromeó para sí mismo.

No hay mucha gente a bordo del tren, lo que supone que todo el mundo probablemente ya esté en casa para las vacaciones y el especial. Hay una mujer al borde del vagón leyendo un libro, se las arregló para echar un vistazo al título: "La civilización y su descontento" de Sigmund Freud, una mirada bastante básica, pero profunda, tanto de la psicología como de la filosofía, recordó. . Su mente no tiene exactamente una memoria fuerte, entonces, ¿cómo se las arregló para recordar eso?

Cierto ... Tamaki me habló de ese libro, se recordó a sí mismo. Resulta que solo escuchar a la persona que te gusta hablar de algo es mucho más efectivo que leer todos esos costosos libros de texto universitarios ...

Un hombre con una bolsa y una gabardina marrón se sentó frente a su asiento, parece estar durmiendo. Debe ser un día de trabajo muy largo, pensó Mirio. Ahora que lo pienso ... probablemente debería haberse sentido cansado después del día que está teniendo, pero no lo está. Ah, bueno, probablemente debería haber descansado un poco mientras pudo.

Cerró los ojos y comenzó a soñar despierto, cerró su mente y dejó que revolviera sus pensamientos hasta encontrar el que buscaba. Todo lo que Mirio pudo ver fue la cara sonriente de Tamaki, cómo quiere besar esa cara, cómo quiere darle un cálido abrazo durante el invierno, cómo quiere pasar el tiempo con él, juntos ...

Eso era seguro. Estaba realmente enamorado de él.

Mirio comenzó a recordar el tiempo que pasaron juntos como amigos. Ciertamente esperaba que Tamaki aceptara su confesión, pero realmente no sabe si Tamaki siente lo mismo o no. Nunca vio las señales ni nada, no, ni una sola vez. ¿O lo hizo él?

Recordó la forma en que Tamaki lo miraba durante su tiempo en el consejo estudiantil y pasando el rato juntos. Tamaki tiene este ... hábito de perder la concentración y, como resultado, a menudo mira a Mirio durante demasiado tiempo. Tenían tan buena amistad juntos, y también con Nejire. ¿Nejire está saliendo con alguien? Pensó Mirio. Recientemente, a veces opta por no salir con ellos dos, lo que deja a Tamaki y Mirio solos. Ahora que lo pienso… ¿eso cuenta como una cita?

“… Espera un minuto…” murmuró Mirio para sí mismo. Sus ojos se abren de nuevo cuando pudo sentir que el tren se detuvo en seco. Miró por la ventana para ver que el tren había llegado a la estación. Rápidamente salió del vagón cuando la puerta se abre, permitiendo que los pasajeros entren y salgan.

Caminando hacia la escalera que conducía al mundo exterior, notó a un vagabundo sentado cerca de la escalera. El hombre se sentó sobre una pila de periódicos viejos y algunos cartones mientras suplicaba dinero. Compadeciéndose, Mirio le dio al hombre uno de sus rollos de canela y algo de dinero. El hombre mira al chico alto parado frente a él mientras el chico dice “Felices vacaciones, señor. Cuídate, ¿de acuerdo? "

El hombre sonríe y le dice "Que la suerte te acompañe", a Mirio, quien a su vez le sonrió mientras subía las escaleras hacia el paisaje nevado una vez más.

La hora marca las 9.52 PM.

Mirio caminó hasta el edificio de apartamentos de Nejire, que no está muy lejos de donde se encuentra ahora mismo. Esa breve epifanía que tuvo en el tren antes ... ¿podría ser eso? Parece muy poco probable que ocurra. Quiero decir que no es tan ajeno, ¿verdad? Probablemente debería haberlo visto en primer lugar si eso alguna vez sucediera ...