"Odio"

550 64 37
                                    


Cumpliste, me negué a creerlo pero lo hiciste.
Nunca me fallaste, las ganas de sacarte fuera de mi vida para hacerte feliz se apoderaron de mi haciendo que me cegase.

Seguiste estando a mi lado, maldito.

Y yo siempre te seguí amando.

Creaste un muro contra tus pensamientos y se desmoronaron en el momento que los dejaste.

Estuvimos llorando mutuamente, intentaste luchar contra tus sentimientos, construyendo otro muro más fuerte. Pero no encajaste una pieza y todo se destruyó, una pieza se volvió loca y mandó a la basura todo.

Pero ahí estaba yo, intentando reconstruirte, poco a poco, construyendote de nuevo con un "nosotros".

Te quiero maldito bobo.

Les dejaste solos, y realmente me siento fatal por ellos. No se lo merecían.

Ella al final quedó apresada y tus queridos angelitos se fueron a vivir juntos.

Tardaron bastante en admitir todo lo que había pasado pero son fuertes Partridge. Son iguales a ti.

Samuel se hizo con el cargo, protege a su hermana —sin sobrepasarse— e intenta ser como tú. Su novia les ayuda en todo lo posible y realmente ayuda mucho.

Y Verónica sigue bastante triste aunque ya haya admitido lo que había pasado, pero intenta pasar página. Encontró un trabajo y empezó a sacar hacia delante la vida junto con su hermano. 

Decidieron no separarse nunca.

Igual que yo decidí amarte hasta la eternidad.

Y ahora estás en Circle, conmigo.

Porque al final no me olvidaste y yo, con todas las emociones controlándome no te escuché.

Allí estabas, esperándome con los brazos abiertos aunque yo me fui primero.

Corrí hacia ti, llorando a mares. Y tú me abrazaste con tanto cariño que noté que todavía estábamos en casa, que nunca había ocurrido nada y que siempre hubo un futuro —vivo— junto a ti.

—Te quiero.

No podía responderle. Necesitaba soltar todo, llorar hasta el día siguiente y estar junto a él.

Espera.

Las cartas. Todas ellas. Se las tenía que dar.

Me fui, corrí hacia mi sala en busca de aquellas cartas donde deposité todos aquellos sentimientos. Odio, amor, tristezas y desesperación.

—¡Greece! —notaba como corría detrás de mi.

Entré en mi sala y cogí las cartas, cerré los ojos con fuerza mientras que apoyaba aquellas notas contra mi pecho.

—...¿Greece? ¿Qué te ocurre amor? —ese tono suave me bendecía los oídos, me hacía sentir como si solo estuviésemos nosotros dos. Nada había pasado, nada iba a ocurrir, nada iba a empeorar.

Todavía con los ojos cerrados le dí las cartas —con un poco de brusquedad por mi nerviosismo—.

—¡Eres un bobo Partridge! ¿¡Cómo me pudiste hacer sufrir tanto!? ¿¡Cómo me pudiste enamorar tanto idiota!? —le solté— Te odio, odio todo lo que me haces sentir, odio pensar que te intenté echar de mi vida cuando sabía perfectamente que nunca te podría sacar, odio que tengas razón, odio no haberte podido decir todo lo que viene en estas cartas, odio... ¡Odio quererte tanto maldición!

Lo solté todo, hasta la última palabra.

—Solo... Solo quería desprenderme de esos sentimientos. Hiciste que mi mundo cambiase, hiciste que me diese cuánta de que realmente yo era capaz de enamorarme. ¿Era por eso que no te podía sacar de mi mente? ¿Es por eso que me odio a mi misma por no saber que quiero?

Él no habló, solo me miró, miró a una chica con los ojos llorosos y rojos, llena de sentimientos que había mantenido hasta aquel día.

Me lancé a él, Louis no reaccionó pero yo no quería abrazos, no ahora.

—Te odio, te odio mucho —le decía mientras le daba puñetazos en el pecho.

Seguía sin moverse.

—¡¿No vas a hacer nada?! —nada, sin reacción— ¡¡Te odio Louis!! Odio que hagas aparecer en mi mariposas en el estómago y miles de sentimientos más, ¡que te quede claro! —paré de darle puñetazos en el pecho y seguí con mi berrinche.

Parecía una estatua, no hacía nada.

Y por fin, me abrazó. Me abrazó con tanta ternura y desesperación junta que hacía que me desmoronase aún más, hizo que me resbalara al suelo sentada de rodillas con mi cabeza escondida en su pecho.

—Yo también odio amarte tanto. Lo odio a tal nivel que se que eres la persona con la que quiero pasar mi eternidad.

Ahora era yo la que no decía nada. Seguía llorando. Creo que incluso podría haber llenado un cubo con todas mis lágrimas.

Le devolví el abrazó con tanta fuerza que creía que le ahogaba.

No hacía falta besar a esa persona para demostrar que la amas.

Y ese fue el principio, el principio de un nuevo comienzo, de una nueva eternidad. Un nuevo comienzo junto a él.

Donde todo comenzó con una muerte, continuó con unas cartas invisibles y terminó con un "nosotros"

><><><><><><><><><><><><><><><><
¡Feliz Navidad! Este es mi regalo para vosotrxs, espero que os haya gustado y que lo hayáis disfrutado tanto como yo escribiéndolo.

Final feliz para Louis y Greece pero un final triste porque este será el último capítulo definitivamente. No haré más.

Este capítulo es para agradeceros tanto apoyo a esta historia, que creció descomunalmente en menos de un año.

Muchas gracias, de verdad, os amo 🖤

~Lara-A23

24 de Diciembre del 2020-

Cartas Invisibles ~Louis PartridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora