°Cap.15°

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La noticia llegó a oidos de todo el pueblo, cuándo la inesperada coronación fue anunciada, los habitantes del Reino se quedaron desconcertados ante la repentina ceremonia

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La noticia llegó a oidos de todo el pueblo, cuándo la inesperada coronación fue anunciada, los habitantes del Reino se quedaron desconcertados ante la repentina ceremonia. Suponiendo que tal vez él Príncipe Jung había vuelto a programar su matrimonio con él Príncipe Kim, cosa que varios habitantes no podían llegar a creer después de tal humillación que sufrió su Príncipe.

Los chismes comenzaron a expandirse por todo el Reino, algunos creyendo plenamente en que su Príncipe haría un gran trabajo como Rey, y otros muy decepcionados al no tener al frente cómo Rey a un Alfa.

Su cuerpo dió una maravillosa vuelta en el aire, sus mejillas sintieron la fría ventisca de la mañana, mientras qué en ambas manos sostenía dos bayonetas, la punta de las armas dieron en él blanco cuándo fueron arrojadas, clavándose con rapidez y precisión en la pequeña marca de los árboles. Sus ojos se encontraban vendados haciendo que sus sentidos se agudizaran, sabiendo con certeza que su arco se encontraba a unos centímetros de él, lo tomó y lo sujetó con firmeza mientras agarraba con su mano derecha una flecha, apunto con detenimiento hacia la dirección en que se encontraba el centro de la diana, confiando en su duro entrenamiento de diez años que fue uno de los primeros pasos para porder lograr su sueño, sus dedos dejaron ir la flecha, dando perfectamente en el centro, después de unos segundos sus oidos percibieron el sonido de unos pasos, volviendo a tomar otra flecha de su estuche, con rapidez apuntó hacia aquélla dirección soltando la larga flecha de inmediato.

- ¡Maldita sea, Hoseok!, ¡Casi me matas! - Una fuerte maldición se escuchó a su izquierda, la conocida voz del hombre fue reconocida por Hoseok al instante.

- Pero no lo hice. - Comentó despreocupado, quitándose la benda negra de sus ojos.

- Pero pensabas hacerlo, joder, ¿Por que tenías vendados los ojos?, ¿Que tal si no apuntabas bien y la flecha daba en mi cabeza? - Preguntó el beta.

El Omega soltó un leve suspiro y contestó:

- Sabía que eras tú, no había manera en que no te reconociera.

- ¿Cómo carajos ibas a saber que era yo si no podías verme? - Cuestionó confundido.

- Pude olerte hace unos momentos, además nisiquiera apunté hacía tu cabeza o alguna parte de tu cuerpo, sólo quería darte un susto por estar espiandome desde hace más de media hora. - Respondió, recogiendo las flechas y bayonetas de los árboles y dianas.

Apesar de que los betas no tuvieran un olor de feromonas totalmente poderosos, podían ser reconocidos por ése suave y ligero olor único en ellos.

- Yo acabo de llegar, tal vez alguien más paso por aquí y por eso pensaste que era yo, llegué desde las siete de la mañana y cuándo pregunté por ti me dijeron que estabas aquí desde las cinco, así que tú Nana me suplicó que viniera hacía acá para poderte supervisar. - Contestó - Ahora dime algo, ¿Por que carajos todo el pueblo ha estado hablando de la inesperada coronación de su Príncipe? - Preguntó suspicaz.

"𝐌𝐲 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞" °Vhope° °Junghope° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora