"Tiene registrado el calor tibio que emana, el sabor de su saliva y la línea muscular que divide sus oblícuos, y que se estremece cuando Fushiguro cuela una mano helada entre ambos, bajo la camisa de Itadori, y pasa los dedos por el hueso de su cade...
NdA: ¡muchas gracias por la acogida! <3 Al final he decidido que este fic tendrá tres capítulos en total, así que cuando volvamos a vernos traeré el último nun
Aclaración: pese a que les he puesto diecisiete años a Fushiguro y a Itadori, he mantenido que van a primero y también el curso del resto de alumnos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"I've come to terms with the fact I'll never change
and that's just fine, I find solace in the pain.
I don't mind the darkness, it's easy on the eyes,
I'm praying for something to make me feel alive."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Frío.
Hace un frío polar.
Fushiguro se desvela con la sensación de haber perdido la movilidad en las manos y los pies. Una vez leyó que cuando los esquiadores quedan sepultados bajo la nieve, la sangre desaparece de ahí primero y se concentra en los órganos para salvaguardarlos de la hipotermia. Flexiona los dedos repetidamente bajo la manta, resistiéndose a abrir los ojos. Tratando de regresar al limbo cenagoso de la duermevela, de atrapar un sueño que se deshilacha hasta convertirse en jirones. Lejos de volver a sumergirse en las mareas algodonosas de la inconsciencia, su mente se va inundando de lucidez. Comenzando a barajar opciones.
Escucha la respiración pausada de Itadori a unos centímetros de su oreja izquierda. Se aovilla contra él, con la esperanza de encontrar ese calor que siempre irradia a borbotones, y que les ha costado más de una discusión acalorada en verano y en invierno ("¡pero no me quites la sábana!", "¿para qué la quieres? ¡Estás sudando!").
Contra todo pronóstico, su piel está tan helada como la suya.
A este paso vamos a pescar una pulmonía.
Fushiguro supone que es uno de los contras de alojarse en unas instalaciones tan antiguas como las de la Escuela Técnica de Hechicería del Área Metropolitana de Tokio: la calefacción ni está ni se la espera.
