I'll give it all

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NdA: ¡último capítulo! Lo he reescrito TRES VECES c': Una parte de mí quería darle un final angst al asunto pero al final he pensado "mira, vamos a tener la fiesta en paz" y lo he dejado así. Perdón, soy débil ;;

1) Estoy escribiendo un AU!SukuFushi, pero tengo una duda y me gustaría hacerte una consulta al terminar el capítulo.

2) Si te apetece participar en la SukuFushi Week, métete en el link que he puesto en el vínculo externo (tiene forma de clip, pone "vínculo externo" y sale al final del capítulo, debajo de los iconos de Facebook, Twitter, etc.) y verás la fecha y los prompts de este año, por si te apetece participar.

) y verás la fecha y los prompts de este año, por si te apetece participar

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 "I wouldn't take back a moment,
not one miserable moment.
I'll give it all 'til there's nothing.
I'd walk into the fire."

 Han combatido contra varias maldiciones de grado especial a lo largo de la semana y Fushiguro ha salido perjudicado en más de una ocasión

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Han combatido contra varias maldiciones de grado especial a lo largo de la semana y Fushiguro ha salido perjudicado en más de una ocasión. Ya no es tan fácil hacerle morder el polvo, pero rara vez sale ileso de sus batallas. No es propio de él salir airoso de un enfrentamiento espinoso sin una brecha en la frente o sin toser sangre.

Como era de esperar, Sukuna sale a la superficie para erradicar cada magulladura y cada corte de su ser. En cierta ocasión incluso evita que lo maten. Su orgullo es bastante reticente a admitirlo, pero si no llega a ser por su intervención seguramente lo habrían hecho puré.

Se pregunta cuánto tardarán el resto de sus compañeros en sumar dos y dos y hacer conjeturas al respecto. En averiguar que Sukuna lo está protegiendo. A él. Un hechicero. Eventualmente, sus superiores llegarán a la conclusión de que la única explicación verosímil para que una maldición de su envergadura lo tenga entre algodones es que Fushiguro se trata de una pieza clave para sus maquinaciones. Cuando eso suceda, perderá su estatus y pasará a ser una bomba de relojería para ellos. Igual que Itadori.

Quizá ya esté sucediendo. Sigue afrontando las misiones suicidas a las que lo envían y se aferra a la vida con uñas y dientes, como un gato panza arriba.

Francamente, no sabe cuál es la solución. Cuál es la vía para que Itadori y él puedan practicar la hechicería con toda la dignidad que su trabajo les permite, teniendo a las maldiciones como únicas enemigas. ¿Hasta cuándo podrán aguantar si la mitad de los ataques provienen de otros humanos?

Into the fire (FushiIta/SukuFushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora