Into the fire

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NdA: ¡hola cacahuete! Estaba yo escuchando Into the fire, de Asking Alexandria, y me dio por escribir esto. No te preocupes por los spoilers: solo he visto el anime. Eso sí, aunque esta semana supimos que Itadori y Fushiguro tienen quince años, en este fic les he puesto diecisiete para cumplir con la normativa de Wattpad (y porque me siento más cómoda así, la verdad). Mi intención es que esto sea un oneshot, pero no descarto hacer una segunda parte. ¡Espero que te guste!

Gracias por arrastrarme a este fandom, Ari. Esta es mi manera de intentar devolverte un poco de todo lo que me aportas <3

[Jujutsu Kaisen es de Gege Akutami]

"I'm not too sure what I'm supposed to do with this

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"I'm not too sure what I'm supposed to do with this.
These hands, this mind, this instability
from a cage I created, to a hell that heaven made.
Can't let go of the hatred, 'cause I love the way it tastes."

El póster de Jennifer Lawrence no es el único de su habitación

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El póster de Jennifer Lawrence no es el único de su habitación. Cuando llegó a la academia eran cuatro, después fueron cinco y ahora son seis. Fushiguro querría no haberlos contado pero lo ha hecho. Forma parte de su instrucción; entrar en un sitio y prestar atención al entorno, localizar las entradas y las salidas, grabar cada aspecto en la retina por más irrelevante que sea, en caso de que pueda serle de utilidad en un futuro. Es un hechicero, al fin y al cabo.

Si Itadori es el polo sur, él es el polo norte del mismo imán, y es lógico que absorba cada pieza de información a la que tiene acceso; que lo haga sin siquiera proponérselo.

Ha pasado tiempo suficiente en su cuarto como para poder ignorar ese detalle en particular. Impregna las paredes en una apabullante oda a la adolescencia. Todos tienen un denominador común. O dos. El primero es que están pegados al encalado de forma precaria, con trozos irregulares de cinta adhesiva. El segundo es que siempre hay una chica. Siempre. Se supone que Itadori tiene un tipo, una debilidad por cierta fisionomía, pero cuando Fushiguro observa a las chicas que sonríen o entornan la mirada desde las fotografías se encuentra con melenas de distintas tonalidades y longitudes, ojos azules, marrones y negros y pieles que oscilan entre tonalidades claras, acaneladas y oscuras. Cuando se presentó admitió que le iban las chicas altas, pero Anna Kendrick también le fascina y mide menos de metro sesenta, lo que le lleva a poner en duda si de verdad Itadori tiene una preferencia marcada o si es capaz de hallar una magia especial en personas que no podrían ser más diferentes unas de otras.

Into the fire (FushiIta/SukuFushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora