Se dice que todo ser humano tiene un ángel de la guarda; un espíritu celeste de alma pura que siempre está dispuesto a escucharte, te protege y pase lo que pase jamás te abandona. Pero muchas cosas se dicen y muy pocas son ciertas. Esta es la historia de un ángel y un niño, sí. Uno de espíritu celeste y alma pura, quizá.