La vida de Dagon comenzó a cambiar desde hace un año con exactitud. Él presenciaba en sus sueños cómo una chica con una belleza inexplicable y deslumbrante le producía una calma después de unas imágenes aterradoras. En el desenlace de la historia, Dagon comienza a tener alucinaciones con esta chica pensando que realmente existe en su mundo y no sólo en sus sueños. Aunque él es un chico normal, con el único objetivo de convertirse en un artista reconocido, su objetivo cambia desde aquél día en el que un cuadro de una chica con las mismas características que la de sus sueños, llega a la Academia Hallstatt donde él ejerce su profesión, sin referencias de quién había pintado aquella obra que había fascinado a Dagon por completo. "Dicen que sólo lo perfecto es inmortal". DISPONIBLE EN LITNET