Todo comenzó con un nuevo mensaje privado, una rave y Spencer intentando huir de una situación incómoda. De haber sabido el giro que iba a dar su vida, se habría quedado esa noche de viernes en casa, jugando online. Si lo hubiese sabido, jamás hubiera empujado la puerta trasera del fumadero, ni hubiese aceptado aquel cigarrillo... Si lo hubiese sabido, no habría firmado el contrato para participar en The Game. Advertencia de contenido: violencia explicita.